Al rededor de las 14 horas de ayer Sabado, Cesar Duarte fue llevado a realizarse un electrocardiograma, en las instalaciones del Cereso en el cual se encuentra recluido, mismo que ordeno el cardiólogo tratante para realizarse diariamente.
Al momento de estar en el chequeo, con los médicos de dicha institución, sufrió dos desvanecimientos qué duraron varios minutos, mismos que alarmaron al médico y a los enfermeros, por lo cual decidieron mandarlo a un hospital externo.
Al retomar el conocimiento, el ex mandatario se negó a ser trasladado a otro hospital, esto debido a las experiencias anteriores las cueles lo tuvieron más de 2 horas en una silla de ruedas en uno de los patios, pese a lo grave de su situación.
Además, una de sus posturas fue que, al estar hospitalizado, sus médicos tratantes fueron presionados por parte de las autoridades para que regresara al Cereso, dando una nula prioridad a su salud.