Aunque a algunos no les guste hacer deporte es una realidad que el ejercicio físico produce numerosos beneficios para la salud, y, de hecho, tal y como han revelado ahora investigadores del Brain Health Center del Pacific Neuroscience Institute en Providence (Estados Unidos) señalando un “vínculo fascinante” entre el ejercicio regular y una mejor salud cerebral.
La investigación, publicada en el ‘Journal of Alzheimer’s Disease’, muestra que estar físicamente activo está relacionado con un mayor tamaño de áreas del cerebro importantes para la memoria y el aprendizaje.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron resonancias magnéticas cerebrales de 10.125 personas realizadas en los centros de imágenes Prenuvo, un colaborador clave en la investigación.
Así, descubrieron que aquellos que realizaban actividades físicas con regularidad como caminar, correr o practicar deportes tenían mayores volúmenes cerebrales en áreas clave. Esto incluye la materia gris, que ayuda a procesar la información, y la materia blanca, que conecta diferentes regiones del cerebro, así como el hipocampo, importante para la memoria.
“Nuestra investigación respalda estudios anteriores que muestran que estar físicamente activo es bueno para el cerebro. El ejercicio no solo reduce el riesgo de demencia sino que también ayuda a mantener el tamaño del cerebro, lo cual es crucial a medida que envejecemos”, explica el investigador principal, Cyrus A. Raji.
Asimismo, el coautor del estudio y director del PBHC, David Merrill, asegura que “incluso niveles moderados de actividad física, como dar menos de 4.000 pasos al día, pueden tener un efecto positivo en la salud del cerebro”.” Esto es mucho menos que los 10.000 pasos a menudo sugeridos, lo que lo convierte en un objetivo más alcanzable para muchas personas”, añade.
“Nuestra investigación vincula la actividad física regular con mayores volúmenes cerebrales, lo que sugiere beneficios neuroprotectores. Este gran estudio de muestra amplía nuestra comprensión de los factores del estilo de vida en la salud del cerebro y la prevención de la demencia,” apunta el coautor del estudio y profesor asistente de neurociencias en el Saint John’s Cancer Institute y el Pacific Brain Health Center, Somayeh Meysami.
Un estudio de ‘The Lancet’ realizado en 2020 encontró que alrededor de una docena de factores de riesgo modificables aumentan el riesgo de enfermedad de Alzheimer, incluida la actividad física. Este trabajo se basa en trabajos anteriores de este grupo, que vinculan la quema de calorías de las actividades de ocio con una mejor estructura cerebral.
“Este estudio demuestra la influencia del ejercicio en las imágenes de la salud del cerebro y, cuando se suma a otros estudios sobre el papel de la dieta, la reducción del estrés y la conexión social ofrecen los beneficios comprobados de los factores modificables sin fármacos para reducir sustancialmente la enfermedad de Alzheimer”, afirma el editor jefe de ‘Journal of Alzheimer’s Disease’, George Perry.
Esta investigación destaca una manera fácil de mantener nuestro cerebro sano: ¡mantenerse activo! Ya sea una caminata diaria o un deporte favorito, la actividad física regular puede tener beneficios duraderos para la salud de nuestro cerebro.