Sobre una alberca inflable, niños venezolanos son cruzados de Matamoros a Brownsville en el sur de Texas.
Los cruces masivos continúan este viernes por parte de migrantes que se niegan a empezar el nuevo año en el lado mexicano y con todos sus hijos se dirigen a la orilla texana sin medir los riesgos.
En este punto donde la semana pasada se ahogaron dos migrantes hay apenas vigilancia en el lado mexicano mientras que en Estados Unidos militares buscan inhibir los cruces ilegales.