La noche del jueves, la compañía SpaceX puso exitosamente en órbita el avión espacial militar no tripulado, reutilizable y autónomo X-37B. Este avión secreto, del Ejército de EE.UU., que se asemeja a un transbordador espacial de la NASA en miniatura, viajó a bordo del megacohete Falcon Heavy, que despegó del Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida.
Desde el 2010, el Pentágono viene realizando experimentos secretos en órbita con el Boeing X-37B. Gran parte del proyecto sigue clasificado. Se especula que cargas útiles de reconocimiento y comunicaciones experimentales son una parte importante del programa.
Además, se cree que la nave espacial altamente maniobrable podría usarse para realizar pruebas de tecnologías antisatélite o incluso portar armas de destrucción masiva. Esta constituye la séptima misión del programa, tras completar con éxito su misión más larga en noviembre del año pasado.