La Secretaría de Salud aclaró este lunes que la evidencia científica muestra que la subvariante JN.1 del virus SARS-CoV-2, que causa COVID-19, no representa un riesgo mayor para la salud pública.
Por medio de un comunicado, la autoridad señaló que el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), en conjunto con el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), el 11 de diciembre reportaron una subvariante JN.1 después de la secuenciación de 150 muestras procedentes de la Ciudad de México.
Salud explicó que la constante circulación del virus SARS-CoV-2 ocasiona cambios continuos en el tiempo y la aparición de nuevos sublinajes virales, los cuales podrían ocasionar mayor circulación en comparación con otras variantes.
Mediante el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Enfermedad Respiratoria Viral (Sisver) y la vigilancia genómica, México mantiene el monitoreo de la actividad de COVID-19 y la propagación de las variantes circulantes, entre ellas la JN.1, conocida como ‘Pirola‘.
El monitoreo del comportamiento de la curva epidémica de COVID-19 en las últimas semanas muestra descenso de casos a partir de la semana 35, y comportamiento estable en la positividad al virus SARS-CoV-2.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que, al 2 de diciembre de 2023, la subvariante BA.2.86 y sus linajes descendientes, incluido el JN.1, representaron 17 por ciento de las secuencias disponibles en la Iniciativa Global para Compartir Datos Genómicos del Virus de la Gripe y del SARS-CoV-2 (Gisaid por sus siglas en inglés).
La reciente evaluación de riesgos de la OMS sobre la variante BA.2.86 sugiere que es bajo el riesgo para la salud pública, en comparación con otras variantes en circulación, conforme a la evidencia limitada disponible.