La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró hoy el bolero como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a propuesta de Cuba y México.
La Unesco tomó la decisión en la decimoctava reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se celebra desde el pasado lunes y hasta el próximo sábado en la ciudad de Kasane, en el norte de Botsuana.
A iniciativa de Cuba y México, el “bolero como identidad, emoción y poesía hechas canción” es una de las 55 solicitudes de inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que examina el Comité en el país africano.
En 2018, este género musical ya fue inscrito en el patrimonio cultural inmaterial de México, mientras que Cuba lo incluyó en su propia lista en 2021.
El bolero es un género musical que nació en el siglo XIX en Cuba, donde se considera que el primer bolero fue “Tristezas”, escrito por el cubano José Pepe Sánchez en Santiago de Cuba en 1883.
Los primeros boleros de autores mexicanos se compusieron en la península de Yucatán y la primera obra que logro fama nacional fue “Morenita mía”, de Armando Villarreal Lozano, en 1921.
El reconocimiento de la Unesco ya ha sido otorgado en el pasado a otros ritmos.
En 2009, el tango fue inscrito a la lista, mientras que en 2010 se incluyó al flamenco y en 2018 consiguió esa distinción la música reggae de Jamaica.
La Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad reconoce y promueve la diversidad de prácticas y conocimientos culturales que realizan las comunidades.
La inscripción en la Lista anima a todas las partes interesadas a aplicar medidas de salvaguardia en estrecha colaboración con los portadores de las tradiciones.
La reunión de Botsuana también está marcada por la celebración del vigésimo aniversario de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Con 181 Estados partes, este marco normativo internacional de la Unesco ha registrado un índice de ratificación excepcional en una década.