¿Quién fue ‘Nachito’? Esta es la leyenda del niño que murió por su miedo a la oscuridad y que ahora está enterrado en el Panteón de Belén y que es visitado en Día de Muertos.
Acercándose Halloween y Día de Muertos, las leyendas urbanas salen a flote; especialmente la de fantasmas.
Es por eso que ahora te traemos la leyenda del niño ‘Nachito’, un niño que murió por su miedo a la oscuridad y que ahora está en el Panteón de Belén de Guadalajara, Jalisco.
Tal y como se puede leer, existe una leyenda en el Panteón de Belén, en Guadalajara, Jalisco sobre el niño ‘Nachito’ quien es visitado en Día de Muertos.
Pero ¿quién fue ‘Nachito’ y cómo fue su trágica muerte que ahora se convirtió en leyenda local del Panteón de Belén?
La leyenda de Ignacio Torres Altamirano, mejor conocido como ‘Nachito’, es una figura que a lo largo de generaciones ha intrigado a los que habitan Guadalajara, capital de Jalisco.
De acuerdo con la leyenda, su historia se remonta al siglo XIX en donde ‘Nachito’ al ser un niño, tenía miedo a la oscuridad y era claustrofóbico.
Por lo que en su habitación siempre estaba una luz encendida de vela, pero durante una noche de tormenta, el aire apagó la tenue llama.
Cuando la mamá de ‘Nachito’ se dio cuenta de esto, subió a su habitación solo para encontrar que su hijo había muerto debido a un infarto por el miedo que le provocaba la oscuridad.
El ataúd del niño ‘Nachito’ siempre aparecía arriba de la tumba en el Panteón de Belén en Guadalajara
Después de la muerte de ‘Nachito’, el niño fue sepultado en el Panteón de Belén en Guadalajara, Jalisco.
Sin embargo, la leyenda cuenta que el sepulturero al otro día, entró el ataúd de ‘Nachito’ arriba de la tumba siendo desenterrado.
Él volvió a enterrarlo, pero al menos por 10 noches seguidas, de nueva cuenta el ataúd de ‘Nachito’ era encontrado fuera de su tumba en el Panteón de Belén.
La historia comenzó a hacerse cada vez más popular y finalmente, los padres de ‘Nachito’ decidieron que su hijo no podía descansar debido a la oscuridad de la tumba.
Por lo que decidieron construir un sepulcro al aire libre sobre la lápida y dentro, el féretro de concreto con ranuras para que se filtrara la luz.
Además se construyeron también cuatro pilares para sostener antorchas de noche, y con esto los disturbios del ataúd de ‘Nachito’ finalizaron.