López Obrador reivindicó la meta de priorizar a los sectores más desfavorecidos lo que, a pesar de lo doloroso que fue la pandemia y el impacto económico que tuvo, logró reducir la pobreza. Destacó que en esta semana, el Banco Mundial reconoció que las políticas instrumentadas permitieron que más de nueve millones de mexicanos salieran de la pobreza, “me voy muy contento con ello…” agregó antes de asumirse como un hombre terco, perseverante.
Como parte de sus últimas giras de transición, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum destacó que este evento -efectuado en la estación de Playa del Carmen del Tren Maya- era significativo por la confluencia de dos vertientes de su gobierno: “esta gran obra, el Tren Maya que da vuelta a la península que hizo realidad el presidente López Obrador, no está aislada ni alejada de su pueblo”.
“Aquí se está cumpliendo una promesa histórica. Entregar estas escrituras en la colonia Luis Donaldo Colosio. Es decir, en paralelo a una obra para beneficio del desarrollo nacional se atiende al pueblo. Es el desarrollo desde abajo, prosperidad compartida”, dijo la presidenta electa.
Tras destacar los esfuerzos del gobierno de López Obrador para impulsar una profunda transformación, Sheinbaum dijo que “a nosotros nos toca, el segundo piso de esta cuarta transformación. Estamos viviendo una transición histórica, este momento en donde el presidente está en sus últimos días….”.
Aunque la gente respondió a la presidenta electa a coro con un “¡no!”, Sheinbaum acotó que “Andrés Manuel López Obrador siempre va a estar con nosotros en nuestro corazón y en la historia”.
“¿Cuándo se había visto que el presidente fuera generoso y nos invitara a inaugurar obras, proyectos?. Se puede dar porque somos parte de un proyecto de transformación”. En suma, la presidenta electa ratificó que continuarán todos los programas, “que se van a incorporar en la Constitución para que sean derechos sociales”.
En su oportunidad, la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, destacó la importancia de la entrega de escrituras a mil 600 familias que tenían décadas demandando la regularización de la tierra. Consideró que superar este conflicto social implicó enfrentar un litigio con la empresa Desarrolladora de la Riviera Maya, mismo que forma parte central de su gobierno en el camino para saldar deudas sociales que en este caso pone fin a una historia de incertidumbre para la colonia Colosio.