«Estos peligrosos acontecimientos están alimentando una situación ya explosiva en la ocupada Cisjordania y socavan aún más a la Autoridad Palestina», ha declarado, después de mostrarse «profundamente preocupado por los últimos acontecimientos» que han «implicado el uso de ataques aéreos, que han provocado víctimas y daños a la infraestructura civil». «Condena enérgicamente la pérdida de vidas, incluso de niños», ha remarcado, según ha indicado su portavoz, Stéphane Dujarric, a través de un comunicado.
Así, el jefe de la ONU ha exhortado a Israel a que cumpla con sus obligaciones pertinentes en virtud del Derecho Internacional Humanitario y adopte medidas para proteger a los civiles y garantizar su seguridad. En este sentido, ha instado a las fuerzas de seguridad a que «ejerzan la máxima moderación y utilicen la fuerza letal solo cuando sea estrictamente inevitable para proteger la vida».
Guterres ha hecho hincapié en que todos los heridos deben tener acceso a atención médica, y que los trabajadores humanitarios deben poder llegar a todos los que la necesitan, después de que las Fuerzas de Defensa de Israel hayan rodeado hospitales, bloqueado el paso a ambulancias y registrado vehículos y personal sanitario.
Por otro lado, ha expresado su «profunda preocupación por los recientes actos y declaraciones peligrosos y provocadores» del ministro de Seguridad Nacional israelí, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, que recientemente mostró su intención de construir una sinagoga en la Explanada de las Mezquitas. Es por ello que Guterres ha subrayado la importancia de mantener el ‘statu quo’ en los lugares sagrados de Jerusalén.
«Solo el fin de la ocupación y el retorno a una proceso político significativo que establezca una solución de dos Estados pondrá fin a la violencia. Naciones Unidas seguirá trabajando con todas las partes con ese fin, para tratar de reducir la escalada de la situación actual y promover la estabilidad en la región», ha concluido.