La vocera de esa instancia judicial, Natalia Losieva, confirmó este lunes que, en un juicio celebrado a puerta cerrada, la sentencia se dictó el viernes anterior y adelantó que Kurmasheva, de 47 años y ciudadana tanto de Rusia como de Estados Unidos, deberá purgar su pena en un centro de reclusión de seguridad media.
La condena de Kurmasheva, editora del servicio para Tatarstán y Bashkiria (otra república de mayoría musulmana del centro de Rusia) de la emisora Radio Libertad, financiada por el gobierno de Estados Unidos, se produjo el mismo día que la del corresponsal estadunidense del diario Wall Street Journal, Evan Gershkovich, sentenciado en la ciudad de Yekaterimburgo a 16 años de prisión por “espionaje”, según la corte regional de Sverdlovsk.
El portal de noticias Tatar-Inform afirma que las autoridades rusas imputaron a Kurmasheva haber coordinado la preparación del libro “No a la guerra. Testimonios de 40 rusos que se oponen a la invasión de Ucrania”, que el servicio de su emisora para Tatarstán y Bashkiria publicó en el otoño de 2022.
Originaria de Kazán, Kurmasheva vive en Praga desde 1998 con su esposo y dos hijas y viajó a Tatarstán para atender a su madre, gravemente enferma. El día que se disponía a regresar a la República Checa, el 2 de junio de 2023, la policía detuvo a Kurmasheva en el aeropuerto internacional de la capital tártara y le retiró sus dos pasaportes, impidiéndole tomar el avión.
Las autoridades abrieron una causa penal contra ella por no haber comunicado que tenía una segunda nacionalidad y, en octubre de ese año, una corte la consideró culpable de infringir la ley y la multó con 10 mil rublos, equivalentes a unos 2 mil pesos.
Una semana después las autoridades volvieron a arrestar a Kurmasheva por no haberse registrado voluntariamente como “agente extranjero” y dictaminaron que debería estar en prisión preventiva en espera de juicio, pero un mes y medio más tarde, el 11 de diciembre de 2023, presentaron cargos contra ella por difundir “noticias falsas” sobre el ejército, acusación que prevé penas más severas.
Hay indicios que apuntan a que el Kremlin y la Casa Blanca siguen negociando un eventual intercambio de presos, que podría incluir a los periodistas Kurmasheva y Gershkovich.