Otro criminal, también ex jefe del poder ejecutivo, defendiéndose, a través de un video, de ser perseguido político y ahora judicial de María Eugenia Campos.
¿El fondo?, Javier Corral cree que hay un intento por no dejarlo llegar al Senado de la República.
La perorata del ‘Noroña chihuahuense’, se puede escuchar a través de un video divulgado hace unos días en el que señala que “mientras María Eugenia Campos persigue encarnizadamente a quienes combatimos la corrupción en Chihuahua, de la que se benefició directamente a César Duarte, le condonó (al propio Duarte) 340 millones (de pesos) de impuestos, le perdonó los procedimientos administrativos en el Tribunal Estatal de Justicia Administrativa, le levantó el embargo a varios de sus ranchos, le exoneró a todos sus cómplices y, ahora, lo dejó libre”.
El más cínico y huevón gobernador que ha tenido Chihuahua, el llamado Noroña chihuahuense, apareció en un video, editado con un fondo blanco, como marca el canon de los fraudulentos ‘expertos’ en marketing político; ya no llevaba la eterna corbata azul. Ahora, de su cuello, colgaba una golilla guinda, como el color del partido Morena.
El canon dice que el fondo blanco en el video es para hacer notar la pureza en sus pasadas acciones donde, asegura, nunca se ha robado un cinco, ni posee ranchos, ni ha hecho viajes a Dubái. ¡No, este señor es una oda a la integridad!
Con el fondo blanco se intenta enmarcar la vehemencia en sus palabras como todo un estadista sacado de los entuertos del pueblo San Pedro de los Saguaros, el municipio ficticio de la película ‘La Ley de Herodes’.
Fondo blanco para obtener un impacto en la credibilidad casi angelical y genuina, para enmarcar que es hombre que, según él, como don Ramón el del Chavo del Ocho, ‘le sigue yendo al Necaxa’, pese a todas las evidencias contrarias.
En la reserva del caso, Corral Jurado se encuentra en una encrucijada. Ahora en su papel de morenista, de adorador de Claudia y Andrés Manuel, enfrenta uno de los dilemas más complicados de su vida.
Y es que así es la personalidad del exgobernador y ahora senador electo. Siempre queda mal con quien le da de comer y lo impulsa: tiene a uno de sus mejores amigos en prisión, el periodista Antonio Pinedo; está distanciado con el mecenas y protector por más de tres décadas, Pedro Zaragoza Fuentes quien lo ha tachado de mediocre y traidor…
Recibió la dura crítica del empresario Eduardo Almeida de quien dijo sentirse dolido de haber sido usado de manera “vil por Javier Corral”, quien se aprovechó de él para sacarle financiamiento para cuatro campañas políticas, una operación de juanetes y quedarse con un terreno de 15 hectáreas ubicado en Nombre de Dios valuado actualmente en ocho millones de pesos.
Es la realidad de un político que regularmente cambia de canoa a la mitad del río…los conflictos arteros, esa característica perfectamente detectable de mujerujo, de intrigoso con todos y con todo, es parte de su ADN político.
En un extraño mimetismo, el espíritu de Fernández Noroña, el changoléon, lo poseyó y ahora es su alma gemela. Está molesto porque Claudia Sheinbaum lo tumbó a la mitad del camino y le negó el cargo de Zar Anticorrupción. Ahora su única alternativa es un cargo en el Senado de la República, porque el también llamado el rey de las plurinominales, está en la lista de futuros miembros de la cámara alta.
De allí su temor, de allí su reacción enérgica y embustera, pues todo hace suponer que no podrá llegar al Senado por la causa legal que se le sigue en el Estado de Chihuahua.
Aunque Sheinbaum ha emprendido una defensa pública y pírrica a favor de Corral Jurado, en los hechos se observa una desconfianza en lo que es y representa la figura del chihuahuense.
Porque Corral es como el alacrán que va arriba del sapo, a quien le ha jurado que, si lo pasa de una orilla a otro del río crecido, no le clavará el aguijón en el lomo. Pero, a medio caudal, la naturaleza alacranesca traicionó la confianza del bufónido y ambos murieron arrastrados por la corriente.
Corral Jurado maneja la tesis de la conspiración desde Palacio de Gobierno y refirió que está viviendo “el inicio de un procedimiento de presunta responsabilidad administrativa derivada de dos denunciantes, a modo, quienes son parte de esa red: Omar Bazán, un personero de Manlio Fabio Beltrones en Chihuahua, quien lleva parte de sus negocios en el Estado y Cruz Pérez Cuéllar, presidente municipal de Juárez (de Morena, el nuevo partido de Javier Corral), otro de los personeros de César Duarte, además de beneficiarios de la nómina secreta, quien actúa como cómplice y protegido de la Gobernadora, señaló en el video el ahora morenista.
“Ya ni siquiera ocultan sus componendas, actúan como lo que son: una mafia que, además de corrupta, cada vez es más desvergonzada”, acusó el exgobernador.
Al final de sus discursos y durante su desarrollo, la prensa, los reporteros, los medios de comunicación corruptos son y somos los culpables de todas sus desgracias.
Porque para él la prensa está vendida, es una ramera al servicio del gobierno estatal. Porque ese es el camino más fácil, para no entrar en sus ataques verborreicos, enfermizos, es conveniente hablar siempre bien del más cínico y huevón de los políticos. Así es este vulgar asusta pendejos.
Y luego está la historia del otro cínico exgobernador.
De acuerdo con una crónica periodística, los comensales del restaurante Pam Pam, ubicado en las cercanías del Palacio de Gobierno, escucharon fuertes palmadas y una carcajada que llamó la atención de todos.
Y allí estaba, ya sin el histrionismo y los estertores lastimosos que mostró en los juzgados; ya sin sentir un solo síntoma cardiaco; ahora su voz era a gritos, la algarabía brotaba de sus labios, el bullicio se acrecentó porque el César de Juan Gabriel estaba de nuevo en las calles de Chihuahua, festejando, abrazando a su Pirrín, el del Pam Pam.
La crónica señala que apenas se disponía a dar la primera mordida a sus burritos de salpicón, cuando varios comensales se pusieron de pie para saludar al exgobernador. Algunos incluso aprovecharon la ocasión para pedirle una foto.
Sin chistar, sin mostrar el rostro de moribundo, la sonrisa a flor de piel, mientras ofrecía selfis y abrazaba a su Pirrín.
Y luego vino la declaración de guerra. Duarte Jáquez habló de política y, refiriéndose a su sucesor, Javier Corral, se rio y comentó: “el que a hierro mata, a hierro muere”.
¿A qué se referiría el propio César Duarte y sus operadores políticos cuando anticiparon que todos los detractores y los acusadores del exgobernador deberían cuidarse porque, como el Conde de Montecristo, regresaría a hacer justicia?
Este asunto de la política está para dar asco. El grupo duartista en Ciudad Juárez había anticipado que, el ‘señor’, saldría de prisión apenas concluyeran las elecciones que ya era un acuerdo planchado con quien tiene la llave del Cereso estatal en Aquiles Serdán.
El diálogo que antecedió la liberación del defraudador, del hombre ladrón que hurtó miles de millones de pesos de los chihuahuenses se supo unos días después de su liberación:
“Pinche César, te vamos a dejar salir porque estás chingue y chingue con tu enfermedad, pero que por tu cabeza no vaya a cruzar la más mínima idea de volverte a fugar”, le advirtieron al poderosísimo exgobernador antes de concederle el favor de la cárcel domiciliaria.
Porque ya no es “el licenciado Duarte”, ahora es el pinche César, un hombre desgarrado por la fama de corrupto y mentiroso. Sí, ese grandulón de 61 años de edad, apenas cumplidos en abril, todavía no madura en su condición de hombre. Es un chiple y berrinchudo en toda la extensión de la palabra.
El acuerdo se cumplió cabalmente. No quería volver a sus días de fugitivo por varias ciudades de Estados Unidos, el poderoso exgobernador intentó pasar desapercibido en la Unión Americana, porque así son todos los delincuentes, expertos en la mentira, en la actuación…
Siendo un hombre enriquecido a la sombra del poder, pasaba sus días en las penumbras de las casas y departamentos de lujo, algunos de su propiedad otros rentados; se hacía pasar como vendedor de vehículos, visitando yonques y talleres mecánicos. Fue así como lo detuvieron en Miami, Florida.
Le bastaron dos años y meses para albergar todo el coraje contra Javier Corral y sus detractores. Ahora ya está en las calles con tal sicopatía como para emprender la venganza de Montecristo.
No sé qué tipo de ‘acciones’ podríamos anticipar. O yendo más allá, qué tipo de represalias o venganzas esté preparado el ex inquilino del Penal de San Guillermo. No salió de prisión por ser un moribundo anciano, una decrépita alma en pena con una enfermedad terminal, salió porque se dijo que sería libre después de las elecciones. Era la promesa que le hicieron y se la cumplieron.
Imagen de Reforma
Duarte arrastra, como el Fantasma de Canterville, las cadenas mohosas con las que intenta asustar a jueces, ministerios públicos y todo aquel pendejito que se deje argumentando que es una víctima más de la Operación Justicia para Chihuahua, armada -como todas las investigaciones contra el poder- con las patas y las entrañas del súper huevón de Javier Corral Jurado.
El Tribunal Superior de Justicia dio por terminada la medida cautelar de prisión preventiva que César Duarte Jáquez tenía desde hace dos años. Sin embargo, el Fiscal General del Estado de Chihuahua, César Jáuregui, dijo que el proceso del exgobernador continúa, pues existen 18 causas penales en su contra que están pendientes.
El dictamen de su liberación fue firmado por Hortensia García Rodríguez, jueza de Control del Distrito Judicial Morelos, con cabecera en Chihuahua capital.
Y tras la fechoría judicial, la juzgadora pidió un mes de permiso para evitar estar en el centro de cualquier tormenta política. Duarte puede ir a donde se le pegue la gana, siempre y cuando no salga de la ciudad de Chihuahua, no vaya al palacio de gobierno, no hable con nadie de los acusadores y los testigos protegidos.
En una de las piernas, arriba del pie, utiliza un aparato que está registrando sus movimientos. Si quiere huir tendrá que quitarse el dispositivo rastreador y disfrazarse de vendedor de autos, de mecánico, de lo que quiera…para eso se pinta solo.
Sin embargo, el documento judicial no dice nada de la prohibición de acudir abrazar y apapachar al Pirrín, ni comerse un burrito de Salpicón en el Pam Pam.
Pero la Fiscalía tiene la absoluta convicción de que se van a obtener sentencias condenatorias debido a que los expedientes se encuentran integrados perfectamente y el exmandatario enfrentará la justicia con una sentencia ejemplar determinada por los jueces y que incluirá sin duda la reparación del daño del patrimonio de la gente de Chihuahua.
Lo esperaremos como un niño pobre espera cada año a Santa Claus.