Defiende Santiago importancia de nombramiento en Dirección de Transporte
Luego de que el diputado de Morena, Cuauhtémoc Estrada señaló que, más que un cambio de titular en la Dirección de Transporte, se requiere una «cirugía mucho mayor», el secretario general de Gobierno, Santiago De la Peña Grajeda defendió la importancia del nombramiento que anunció el pasado lunes, con la llegada de Armando Herrerias Velasco al cargo.
«Siempre tienen opiniones para todos los temas, como si estuvieran resueltos los que les corresponden a ellos. Claro que era importante que se llenara el espacio de la Dirección de Transporte. No hice un cambio, parece que el diputado una vez más muestra que está poco informado de lo que sucede en el Estado, fue nombrar un nuevo director de Transporte porque había renunciado la persona que nos ayudó a implementar el sistema de transporte BRT 2».
Aclaró que el anterior titular presentó su renuncia por motivos personal, que nada tienen que ver con su desempeño pues entregó resultados satisfactorios y tras su salida, era necesario encontrar a una persona apta para ocupar la Dirección de Transporte.
En este sentido, señaló que con la llegada de Armando Herrerias se privilegia la técnica más allá de la lealtad pues el cargo requiere de personal que tenga amplio conocimiento del tema.
«Nosotros llenamos un espacio que se encontraba vacante o vacío y lo hicimos como correspondía, con una persona de Juárez, con una persona que conoce temas urbanos, que conoce de temas de planeación, es un arquitecto de profesión que tiene una Maestría en Planeación Urbana, es un profesionista formado en el Instituto Municipal de Planeación de Ciudad Juárez, tiene experiencia también en la Dirección de Desarrollo Urbano de Ciudad Juárez y me parece que él cumple con el requisito de privilegiar la técnica».
De la Peña Grajeda mencionó que hace votos para que Herrerias Velasco entregue buenos resultados, teniendo como principales retos la implementación del sistema integral de transporte en la ciudad fronteriza, con la operatividad del BRT 1 y 2.