Testigos narraron un bombardeo sin precedente que duró más de una hora, en Nuseirat, Deir al Balá, Zueida y Bureij, informó la agencia de noticias palestina Wafa.
Los paramédicos y residentes de Gaza dieron testimonio de que el ataque dejó decenas de cuerpos destrozados de hombres, mujeres y niños, esparcidos alrededor de un mercado y una mezquita.
Una enfermera del hospital de Al Aqsa declaró a The Independent: “Respecto a lo que ocurrió aquí, según la ocupación, liberaron a cuatro rehenes y continuaron bombardeando agresiva y violentamente Gaza, hasta el punto en el que el número de mártires esparcidos en las calles llegó a 150 sin que nadie fuera capaz de detenerlos, hasta que terminó su operación militar. Hemos recibido entre 500 y 600 heridos hasta ahora.
Después de completar su operación militar terrestre, los israelíes bombardearon desde el aire toda el área y todavía estamos sufriendo el arribo de heridos.
Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, exigió ayer convocar inmediatamente a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas tras la muerte masiva de palestinos en el campamento de Nuseirat.
Luego de esta ofensiva de Israel el número de palestino muertos se elevó a 36 mil 800 desde el comienzo de la guerra, informó el Ministerio de Salud gazatí.
Operación táctica
A las pocas horas del comienzo del bombardeo, Israel anunció la liberación de la joven Noa Argamani, de 25 años; de Almog Meir Jan, de 21; Andrey Kozlov, de 27, y Shlomi Ziv, de 40, quienes fueron rescatados en una operación diurna compleja y un intenso asalto aéreo que tuvo lugar en el centro de Gaza, informó el diario The Independent.
Un portavoz militar israelí indicó que la operación tuvo lugar en el corazón del barrio residencial de Nuseirat, donde Hamas mantuvo a los rehenes en dos bloques de apartamentos separados.
La operación de ayer es la mayor recuperación de rehenes vivos desde que estalló la guerra, elevando a siete el total de cautivos rescatados, mientras decenas permanecen en manos de Hamas.
En tanto, aumenta la presión internacional sobre Israel para que limite el derramamiento de sangre de civiles en la guerra en Gaza, que llegó a su octavo mes el antier, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reafirmó su posición sobre la ofensiva: No nos rendiremos hasta que cumplamos nuestra misión de traer a todos nuestros rehenes; los vivos y los muertos.
Por su parte, las Brigadas Al Qassam de Hamas afirmaron ayer que Israel, cometiendo matanzas horribles, pudo liberar a algunos de sus rehenes, pero mató a otros durante la operación, indicó el portavoz, Abu Ubaida, en un comunicado en su canal de Telegram.
La operación de ayer supondrá un gran peligro para los rehenes enemigos y repercutirá negativamente en sus condiciones y sus vidas, añadió. En Israel, el Foro de Familias de Rehenes celebró un triunfo milagroso tras el anuncio de la liberación de rehenes en Nuseirat. Por la noche, miles de israelíes salieron a las calles en Tel Aviv, como cada semana, para exigir un acuerdo que permita liberar a los que siguen cautivos.