La Patrulla Fronteriza señaló en un comunicado que las cuatro víctimas fallecieron por “insolación y deshidratación” y agregó que la tragedia “subraya los riesgos letales asociados con los cruces fronterizos” durante “condiciones climáticas extremas”.
Las autoridades no dieron más detalles sobre la identidad de los muertos ni su nacionalidad.
“A medida que las temperaturas aumentan y se acerca el verano, las traicioneras condiciones del desierto resultan cada vez más peligrosas”, agregó el comunicado.
El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido varias alertas de calor en el área, donde se han alcanzado máximas de hasta 41 grados centígrados.
La región de El Paso, uno de los nueve sectores en los que el Gobierno de Estados Unidos divide la gestión de la zona fronteriza, abarca más de 400 kilómetros al oeste de Texas y todo Nuevo México.
La cantidad de migrantes que mueren en esta zona ha ido aumentando drásticamente en los últimos años.
En 2023, 139 personas fallecieron al intentar cruzar hacia Estados Unidos, una cifra nunca antes vista. En comparación, en 2020 se registraron 30 muertes, 62 en 2021 y 109 en 2022, según datos de la ONG No Más Muertes.