En China suele ser costumbre inmortalizar las bodas a través de numerosas fotografías que luego son impresas en materiales resistentes a prueba de fuego. Si bien se convierten en objetos apreciados y duraderos, a la hora de un divorcio resulta ser un problema deshacerse de ellas. Muchos consideran que da mala suerte quemar imágenes de personas vivas y otros temen que al arrojarlas a la basura exponen su privacidad.
Es por ello que un empresario de la provincia de Shandong ha creado un novedoso servicio para lidiar con eso y, por una módica suma, se encarga de destruir antiguas fotografías de bodas. “Empecé este negocio con la privacidad como simple motivación (…) Creo que hay una gran demanda de mi servicio”, aseguró este emprendedor, de apellido Liu, en diálogo con el diario South China Morning Post.
Los clientes simplemente tienen que enviar las instantáneas por correo al centro de acopio de la compañía, en la ciudad de Langfang, donde se cobra por peso. Posteriormente, las fotografías son oscurecidas con aerosol negro y trituradas profesionalmente. El material resultante es eliminado en una central eléctrica. “La mayoría de las fotografías de bodas están hechas de un material acrílico que no se quema fácilmente”, comenta Liu al respecto.
Según el periódico, el costo oscila entre algunos billetes de 10 yuanes y más de 100 (unos 14 dólares). Todo el proceso es registrado en video y una copia es enviada a los usuarios para su verificación y como prueba del trabajo realizado. Algunas de estas grabaciones vienen circulando por redes sociales.
El servicio ha demostrado ser un éxito. Liu asegura que, aunque su negocio cuenta con una única sucursal en Shandong, lo que ofrece ha despertado el interés en todo el país porque cree que hay una necesidad latente al respecto. “Hemos recibido pedidos de todas las provincias y municipios de China, excepto del Tíbet”, precisó.
Datos publicados en octubre por el portal de estadísticas Statista indican que el año pasado se separaron en China aproximadamente 2,88 millones de parejas. En 2021, se calcula que fueron 2,84 millones.