El gobierno estadunidense afirmó que no aplica un «doble rasero» cuando investiga presuntas violaciones de los derechos humanos por parte del ejército israelí, al presentar este lunes el informe anual sobre derechos humanos que acusa de nuevo a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
«¿Tenemos un doble rasero? La respuesta es no», afirmó el jefe de la diplomacia estadunidense, Antony Blinken, en rueda de prensa.
«Cuando analizamos los derechos humanos y la situación de los derechos humanos en todo el mundo aplicamos el mismo estándar a todos. Y eso no cambia si el país en cuestión es un adversario o rival, un amigo o un aliado», afirmó.
Blinken hizo estas declaraciones cuando Washington examina si sanciona a una unidad militar israelí por supuestas violaciones de los derechos humanos en Cisjordania, una medida que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu calificó de «el colmo del absurdo».
«El mismo estándar se aplica a la propia Gaza», donde Israel combate al grupo islamista palestino Hamas desde que el pasado 7 de octubre.
Ese día miembros de Hamas cometieron un ataque que causó mil 170 muertos, la mayoría civiles, según un balance de la AFP a partir de datos oficiales israelíes.
En represalia, Israel prometió «aniquilar» Hamas, en el poder en Gaza desde 2007, y lanzó una ofensiva militar que hasta ahora se ha saldado con 34 mil 151 muertos, según el Ministerio de Salud del territorio.
«Cuando se trata de acusaciones de incidentes, ya sean violaciones del derecho internacional humanitario, abusos de derechos, lo que sea» en Gaza, «tenemos procesos dentro del departamento que analizan los incidentes», afirmó Blinken.
«Esos procesos están en curso», dijo, insistiendo en la importancia de tomarse el tiempo «para obtener los hechos».
«Así es exactamente como procedemos con cualquier país que reciba asistencia militar de Estados Unidos», precisó el secretario de Estado.
En cuanto a la situación de los derechos humanos en el mundo, Blinken sostuvo que «los gobiernos siguen encerrando a los ciudadanos que desafían a los que están en el poder y piden un mejor futuro desde Bielorrusia hasta Venezuela. Muchos son jóvenes. De los aproximadamente mil presos políticos de Cuba, la edad promedio es de 32 años», afirmó.
Además el informe de 2023 «muestra que los gobiernos están extendiendo sus abusos más allá de sus propias fronteras» como el caso de Nicaragua que «intenta presionar y castigar a los activistas exiliados confiscando sus bienes».
Esta vez el informe también critica a República Dominicana porque «se produjeron cambios significativos en la situación de los derechos humanos» como «la expulsión masiva de haitianos y apátridas de ascendencia haitiana».
Como nota positiva el Departamento de Estado constata avances en las condiciones laborales en México y Brasil.