Tras el ataque lanzado por Irán contra Israel, los ciudadanos iraníes se vieron divididos entre diferentes emociones y preocupaciones.
Por un lado, hubo un sentimiento de orgullo por las capacidades militares exhibidas por su país, ya que este ataque representó la primera acción directa desde territorio iraní contra Israel.
Este sentimiento de orgullo se reflejó en algunas manifestaciones públicas en Teherán, donde cientos de personas se congregaron en la Plaza de Palestina para celebrar el ataque,coreando consignas anti-Israel y anti-EU.
Los participantes expresaron su apoyo a la acción de la Guardia Revolucionaria y su solidaridad con los palestinos en Gaza y Cisjordania.