El bando pro-industrialización. Encabezado por la empresa Extremadura New Energies, filial de la australiana Infinity Lithium, planea construir una de las minas de litio más grandes de Europa en el entorno de la antigua mina abandonada de Valdeflores.
Cuenta con el apoyo de la Junta de Extremadura, que ve en este proyecto una oportunidad de revitalizar la economía de la región, especialmente en Cáceres, una ciudad totalmente desindustrializada.
A Valdeflores se sumarían la mina de Lithium Iberia, en Cañaveral, y la gigafactoría de baterías del grupo chino Envision, en Navalmoral de la Mata, ambas localidades en la provincia de Cáceres.
El bando ecologista. El proyecto de Valdeflores está bloqueado por organizaciones ambientalistas y ciudadanas que, con el lema «Salvar La Montaña de Cáceres», defienden mantener la sierra intacta y evitar que se construya una mina a cielo abierto, la manera más común de extraer el mineral.
Una concesión que, de hecho, Salvemos La Montaña ya ha conseguido: Extremadura New Energies modificó el plan original del proyecto para incluir el soterramiento de la mina.
Sin embargo, la plataforma ciudadana sostiene que una mina de este tamaño a 800 metros del casco urbano de la ciudad tendría consecuencias negativas para la salud de los cacereños, aceleraría los procesos de desertificación de la zona y provocaría la pérdida irrecuperable de flora y fauna local.
No solo Salvemos La Montaña. Se han posicionado contra el extractivismo algunos grupos políticos. En 2020, el alcalde de Cáceres, entre otros dirigentes nacionales, manifestaron su rechazo a la mina: «Son más los riesgos que los beneficios».
Promesas que son puestas en duda. En una nota de prensa sobre el nuevo proyecto, Extremadura New Energies habla del uso de energías 100% renovables e hidrógeno verde para operar la mina:
«Se ha desarrollado un proyecto de extracción subterránea, con el uso del 100% de energías renovables e Hidrógeno Verde y con uso de agua procedente de la estación depuradora de aguas residuales, convirtiendo el proyecto en un proyecto de cero emisiones y vertido cero viable”.
Estas promesas son puestas en duda por los detractores de la mina a partir del último documento técnico enviado a la Junta. El documento habla de una conexión de gas en la carretera de Trujillo para usar gas licuado del petróleo (GLP) y solo un 20% de sustitución con la capacidad actual de hidrógeno verde.
«Tampoco existen, más allá de prototipos, los camiones ni la maquinaría de grandes dimensiones alimentada por hidrógeno que requiere una mina del tamaño de la propuesta», dicen desde Salvar La Montaña.
La meca del litio ‘hard rock’. Valdeflores es el segundo mayor depósito de litio de roca dura de Europa. Extremadura New Energies espera extraer de él 19.470 toneladas de hidróxido de litio (LiOH) anuales y un total de 467.000 toneladas de LiOH en grado industrial durante los 26 años que espera explotar el yacimiento.
Más importante para sus defensores es el desarrollo industrial de la zona, que permitirá «cerrar un círculo productivo», ya que los extremeños siempre se han encargado de «obtener materias primas para que estas se trabajen fuera», explicó a Vozpópuli el ingeniero industrial Fernando López.
El futuro de la mina y el litio de Europa. Por ahora, Extremadura New Energies tiene permiso para iniciar sus exploraciones. De superar los trámites administrativos y de impacto ambiental, la construcción de la mina empezaría en 2025, con la expectativa de iniciar sus operaciones en 2027.
El litio es un elemento clave para la movilidad eléctrica, y la Unión Europea necesita su propio tejido industrial para dejar de depender de China en la fabricación de baterías. Minar el litio puede ser la única opción para reducir intermediarlos. Solo queda por establecer el precio para el medio ambiente.
Artículo actualizado para aclarar que Salvar La Montaña incluye asociaciones ciudadanas, además de ecologistas. La nueva versión añade contexto sobre la promesa del uso de energía 100% renovable en la mina.