El Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) advirtió el jueves que “el suministro de alimentos y agua es prácticamente inexistente en Gaza” y que los habitantes del territorio palestino están confrontados a un riesgo inminente de hambruna.
“Con el invierno acercándose rápidamente, refugios inseguros y superpoblados y la falta de agua potable, los civiles se enfrentan a la posibilidad inmediata de morir de hambre”, afirmó en un comunicado Cindy McCain, directora ejecutiva de esa institución con sede en Roma.
“El pan, un alimento fundamental para la población de Gaza, es escaso o inexistente” destaca el PMA, que desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas multiplica la advertencias sobre la situación humanitaria de la Franja de Gaza, gobernada por el movimiento islamita.
“No hay manera de satisfacer las necesidades actuales con un solo cruce fronterizo operativo”, agrega, en referencia al paso de Rafah, limítrofe con Egipto, el único punto de acceso terrestre a Gaza que no es fronterizo con Israel, por donde entra una ayuda limitada.
McCain señala que “la escasez de combustible también está paralizando la distribución y las operaciones humanitarias, incluida la entrega de asistencia alimentaria”.
Pese a la apertura del paso de Rafah el 21 de octubre, el volumen de alimentos que entra en el territorio “sigue siendo totalmente insuficiente”, dado que “sólo cubren el 7 % de las necesidades calóricas mínimas diarias de la población”, subraya.
La guerra se desencadenó cuando comandos de Hamas mataron el 7 de octubre en el sur de Israel a 1.200 personas, la gran mayoría civiles, y secuestraron a unas 240, según el balance de las autoridades israelíes.
La campaña de represalias lanzada desde entonces por el Estado hebreo contra la Franja de Gaza dejó más de 11 mil 500 muertos, 4 mil 700 de ellos niños, de acuerdo con el gobierno de Hamas.