Con la conmemoración de la entrada de Jesús a Jerusalén, inicia hoy formalmente la Semana Mayor, la última semana solemne cristiana de Cuaresma que precede a la llegada de Pascua.
Aunque cada parroquia celebrará con sus propios horarios, la más importante será en Catedral con la misa presidida por el obispo José Guadalupe Torres Campos a las 7:30 de la mañana con la procesión en la Plaza de Armas y a las 8:00 el inicio de la misa, explicó Juan Carlos López, vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez.
Una de las representaciones distintivas del inicio de la Semana Santa se da en la parroquia de Santa María de la Montaña, con un recorrido a las 7:00 de la mañana que abarcará tres cuadras con Jesús montado en un burrito.
“El recorrido tendrá una duración de alrededor de 15 minutos y terminará en la parroquia para iniciar la Misa de Ramos en la cual se bendicen las palmas y ramos a los feligreses asistentes. Participarán algunos actores representando a Jesús y los apóstoles que luego los veremos el viernes en el Viacrucis”, explicó Marisela Lombardo, representante del equipo organizador.
Desde ayer, en el exterior de la Catedral se reúnen los católicos para adquirir las palmas y ramos que serán bendecidos durante las misas que se realizarán este día hasta las 6:00 de la tarde.
En la mayoría de las iglesias litúrgicas, el Domingo de Ramos se celebra con la bendición y distribución de ramas de palma o las ramas de otros árboles nativos, que representan las ramas de palma que la multitud esparció frente a Jesús mientras entraba en Jerusalén.
La liturgia del Domingo de Ramos es una de las más intensas de la Semana Santa y del año litúrgico que junto con las del Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección forman las celebraciones principales del año.
La misa se inicia con la procesión de las palmas. El sacerdote bendice las palmas y dirige la procesión. Luego comienza la misa. Se lee el Evangelio de la Pasión de Cristo.
Al terminar la misa, los feligreses se llevan las palmas benditas a sus hogares. Se acostumbra colocarlas detrás de las puertas en forma de cruz. Esto debe recordar que siempre hay que darle la bienvenida al Señor al hogar. Es importante no hacer de esta costumbre una superstición pensando que por tener su propia palma, no van a entrar ladrones a los hogares o librarse de la mala suerte.