Al menos 65 cadáveres de personas migrantes fueron descubiertos en una fosa común en el suroeste de Libia, informó este viernes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en la plataforma de redes sociales X.
La OIM anució en un comunicado que se desconocen las circunstancias de la muerte de los migrantes y sus nacionalidades «pero se cree que murieron en el proceso de ser introducidos clandestinamente a través del desierto».
Libia se convirtió en una ruta de tránsito para los migrantes que huyen de los conflictos y la pobreza hacia Europa a través del Mediterráneo, tras el derrocamiento de Muamar Gadafi en un levantamiento respaldado por la OTAN en 2011.
En un mensaje no verificado en Facebook, el Departamento de Investigación Criminal (CID) del Ministerio del Interior en Trípoli, publicó el lunes imágenes de un dron en una zona desértica, mostrando marcas blancas y cinta amarilla alrededor de los restos de los cuerpos con números en ellos.
Según el CID, los cadáveres fueron hallados en el valle de Al Yahriya, en la localidad de Al Shuwairf, a unos 421 kilómetros al sur de Trípoli.
Reuters no pudo verificar las imágenes de forma independiente.
El departamento indicó que, tras tomar muestras de ADN, todos los cadáveres fueron enterrados en un cementerio siguiendo instrucciones del fiscal general de la cámara de apelaciones de la ciudad de Gharyan.
Según la OIM, hubo al menos 3 mil 129 muertes y desapariciones de migrantes en 2023 en la ruta del Mediterráneo, que describió como la «más mortífera.»
«Sin vías regulares que ofrezcan oportunidades para la migración legal, tales tragedias seguirán siendo una característica en esta ruta», declaró la OIM.
La organización pidió a todos los gobiernos y autoridades a lo largo de la ruta «mejorar la cooperación regional para garantizar la seguridad y protección de los migrantes».