El Hospital General de Massachusetts comunicó que un grupo de cirujanos trasplantó por primera vez un riñón de cerdo genéticamente modificado a un hombre con enfermedad renal terminal, logrando que el órgano del animal comenzara a producir orina después de la cirugía.
En los últimos años se han realizado de manera exitosa numerosos trasplantes de órganos de animales a humanos (xenotrasplantes), y en enero se informó del trasplante de un riñón de cerdo modificado en un individuo con muerte cerebral con resultados satisfactorios. Las ediciones genéticas permiten eliminar genes porcinos dañinos, además de agregar otros genes humanos para que el sistema inmunológico de los receptores de estos órganos no los rechace.
En un nuevo procedimiento que tuvo lugar el sábado de la semana pasada, se demostró la funcionalidad de un riñón de cerdo con 69 modificaciones genómicas diferentes. Este órgano fue desarrollado por la empresa estadounidense eGenesis mediante la tecnología de edición genética CRISPR-Cas9. De acuerdo con el Hospital General de Massachusetts, los científicos de eGenesis adicionalmente inactivaron retrovirus endógenos porcinos en el cerdo que donó el órgano, con la finalidad de eliminar cualquier riesgo de infección en el humano.
El receptor del riñón porcino fue identificado como Richard Slayman, de 62 años, quien padece de una enfermedad renal en etapa terminal. Debido a esta afección, los riñones del hombre ya no eliminaban las toxinas de la sangre ni el agua de su cuerpo, por lo que tuvo que ser sometido a diálisis.
Tras ser dializado durante siete años, Slayman finalmente recibió, en diciembre de 2018, un riñón de una persona fallecida. Sin embargo, el órgano falló a los cinco años de ser trasplantado, por lo que el paciente reanudó las diálisis en mayo del año pasado. Mientras era dializado, se descubrió que Slayman desarrolló complicaciones vasculares graves.
En un intento por prolongar y mejorar su calidad de vida, Slayman aceptó la propuesta de los médicos de recibir un riñón de cerdo genéticamente modificado. «Habría tenido que esperar de cinco a seis años para conseguir un riñón humano. No habría podido sobrevivir», indicó el médico Winfred Williams a The New York Times.
Según los cirujanos, hasta el momento el riñón trasplantado parece estar funcionando correctamente, además de que se han detenido las diálisis. Al mismo tiempo, explicaron que el órgano produce orina y filtra la creatinina, un producto de desecho que proviene de la digestión de las proteínas en los alimentos y la descomposición normal del tejido muscular.
«Este exitoso procedimiento en un receptor vivo es un hito histórico en el campo emergente de los xenotrasplantes […] como posible solución a la escasez de órganos en todo el mundo», sostuvieron los médicos. La Red Unida para el Intercambio de Órganos (UNOS, por sus siglas en inglés) detalla que más de 100.000 personas en EE.UU. esperan un órgano para trasplante y que 17 personas mueren cada día esperando un órgano.