EU HA PROVOCADO QUE CHINA Y EUROPA SE PELEEN POR ASML

Peter Wennink, el director general de ASML, vaticinó a mediados del pasado mes de octubre que cuando el paquete de sanciones de EEUU a China que entró en vigor el 16 de noviembre de 2023 se llevase a efecto su compañía perdería aproximadamente el 15% de sus ventas en el país liderado por Xi Jinping. Pese a todo según este ejecutivo sus ventas netas durante 2023 han crecido al menos un 25% comparadas con las que obtuvo en 2022, y en cierta medida estos buenos resultados se amparan en su rendimiento en el mercado chino.

Sin embargo, durante el primer día de actividad bursátil de 2024 las acciones de ASML cayeron un 2,5%. Este comportamiento es una clarísima consecuencia del impacto que las sanciones de EEUU ya están teniendo en las arcas de esta compañía. Según Reuters el Gobierno de Países Bajos ha rechazado parcialmente una licencia de exportación de ASML a China, lo que le impide entregar a sus clientes algunos de sus equipos litográficos. Como cabía esperar, esta compañía está cada vez más incómoda en esta coyuntura, lo que provocado que haya puesto sus ojos más allá de las fronteras de Países Bajos.

ASML ante todo quiere proteger su negocio
Su crecimiento a medio plazo no está garantizado. Hasta ahora el Gobierno de Países Bajos ha cedido a la presión de la Administración estadounidense, y si las sanciones a China siguiesen en el futuro arreciando como lo han hecho durante el último año y medio (especialmente desde el pasado 7 de octubre de 2022) el negocio de ASML podría verse comprometido. Irse de Países Bajos por el momento no parece una opción que esté sobre la mesa, pero los ejecutivos de esta compañía neerlandesa están sopesando seriamente la posibilidad de expandirse más allá de su país de origen.

ASML tiene oficinas en EEUU, Francia, Bélgica, Alemania, Irlanda, Israel, Italia, China, Japón, Malasia, Singapur o Corea del Sur, entre otros países, pero su actividad financiera y la toma de las grandes decisiones están centralizadas en su cuartel general de la ciudad de Veldhoven, en Países Bajos. Su plan insinúa que para proteger su negocio en China los directivos de ASML ven con buenos ojos reducir el peso específico de la actual sede central con el propósito de desviarlo hacia otro país que le permita actuar en China con más libertad. Según Reuters, Francia es un candidato que está siendo tenido en cuenta, pero difícilmente podría proteger en mayor medida a la compañía frente a las sanciones de EEUU que Países Bajos.

El Gobierno neerlandés está haciendo todo lo que está en su mano para retener a ASML, pero en la coyuntura actual parece poco probable que consiga su propósito. De hecho, cabe la posibilidad de que finalmente esta compañía se expanda más allá de las fronteras de Europa con el objetivo de tener el mayor margen de maniobra posible frente a las sanciones de EEUU. Como cabe prever, el Gobierno chino vería con muy buenos ojos que ASML se afianzase en su territorio con mucha más fuerza, pero por el momento la posibilidad de establecer una filial con relativa autonomía en suelo chino no parece estar siendo contemplada por los directivos de la compañía.

En cualquier caso, las sanciones no son lo único que preocupa a ASML. A Wennink y los demás ejecutivos de la empresa les irrita la extremadamente exigente política de inmigración de Países Bajos. Actualmente casi el 40% de los 23.000 empleados que tiene ASML son extranjeros, y es evidente que para garantizar el desarrollo tecnológico de la compañía en un sector tan competitivo y complejo es crucial contar con el mejor talento humano, venga de donde venga. O el Gobierno de Países Bajos afloja mucho la cuerda o quizá dentro de unos meses el plan de expansión de ASML se ponga en marcha. Ya lo veremos.

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