Es inaceptable que se mezcle con la delincuencia y es un binomio totalmente inadmisible, asevera; dice que inseguridad y migración afectan a elecciones
A unos días del arranque de las campañas electorales, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) consideró que la competencia política no se desarrolla en el mejor escenario para nuestro país debido a problemas de inseguridad y migración en algunas regiones del territorio nacional.
En un amplio posicionamiento de cuatro cuartillas, ayer domingo los obispos católicos demandaron campañas electorales que impulsen el voto libre y secreto, “sin manipulaciones ni engaños, sin injerencias indebidas de las autoridades gubernamentales ni de cualquier índole”.
En un tono de urgencia, la jerarquía católica en México se pronunció por impedir retrocesos en la democracia durante la jornada electoral del 2 de junio de este año.
“Lo decimos con toda claridad: ¡deseamos una elección en la que participemos todos! ¡Evitemos cualquier retroceso democrático! No es tiempo de apatía, indiferencia o abstencionismo. Es tiempo de participación y compromiso. Exhortamos a todos los ciudadanos, especialmente a los jóvenes a informarse, interesarse y tomar sus propias decisiones buscando el bien de la nación”, expresó el Episcopado en su extensa comunicación.
Al asegurar que es su deseo que el proceso electoral de este año “sea un ejemplo de civilidad”, los líderes religiosos exigieron a las autoridades, candidatos y partidos políticos cumplir las leyes electorales “porque, por el bien de México, primero la democracia y el estado de derecho”.
En ese sentido, estimaron que “los verdaderos demócratas” tendrán que “reconocer los resultados sin apasionamiento, dejando de lado intereses meramente partidistas y conductas egoístas, poniendo por delante el bien común de nuestro México”.
En el terreno de la seguridad, la solicitud de los dirigentes católicos consistió en que “sin excepciones” en todos los rincones del país deberá haber seguridad para las personas a fin de evitar que “el crimen organizado y otros grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral, en cualquier lugar y momento. La democracia electoral mezclada con la delincuencia es un binomio totalmente inaceptable, es un signo de la más deplorable corrupción que se debe evitar a toda costa. Por ningún motivo se puede justificar y mucho menos entrar en complicidad”, explicitó la postura católica.
De manera especial, llamaron a los partidos políticos y candidatos a que se conduzcan con ética y no pierdan de su horizonte el bien común; lo cual incluye “la más grande de las actitudes cívicas en democracia que es la participación generosa y la aceptación de los resultados finales”.
En otras palabras, los obispos católicos se pronunciaron para que todo el proceso electoral se desarrolle por la vía de la legalidad “para evitar conflictos postelectorales innecesarios y costosos, fundados en posiciones arbitrarias y sin sustento”.
Finalmente, pidieron a quienes contienden por un puesto de elección popular trabajar por los anhelos de paz, justicia y unidad a los que aspira todo mexicano.