El sector industrial es un motor de crecimiento para México, en donde la relocalización de las empresas globales se está haciendo presente en el territorio, por lo que se tiene que atender con alta agilidad, innovación, mano de obra calificada y saber cómo abordarlo dentro de las distintas tecnologías, aseguró Alejandro Luna, country manager de Infor.
Durante el webinar Cómo acelerar la digitalización de la industria para acercar al sector manufacturero a la cuarta revolución industrial, el especialista resaltó que según el Índice Mundial de Innovación 2022, México ocupa el lugar 58 de 132 economías, por debajo de Chile y Brasil en adopción de innovación.
“Debemos analizar cómo ponernos al mismo nivel que otros países, tenemos que ver cómo mejoramos con otras tecnologías o de la mano con las nuevas tendencias, volver a nuestro país mucho mejor en términos de industrialización y agilidad económica”, aseguró.
En este sentido, Alejandro Luna comentó que la inteligencia artificial (lA) será clave para optimizar las cadenas de suministro y el inventario, así como la automatización de procesos eliminará cuellos de botella.
Luna aseguró que la brecha recae sobre lo que se está haciendo para entender los comportamientos de compra de los consumidores.
“Realmente estamos más y más inmersos en una parte donde a nivel digital tenemos información a la vuelta de nuestra mano, estamos interactuando con distintas fuentes de compra y estos datos tienen que ser analizados para que nuestros sectores se vuelvan más eficientes”, dijo.
Por otro lado, Luna señaló que en México se habla mucho de nearshoring, pero se deja de lado un tema importante como el make-to-stock, productos con base en la previsión de la demanda futura, como por ejemplo, la industria de electrodomésticos.
“Estas tendencias están fuertes en el país, pueden volverse en un motor de movilización económico y tenemos que ayudarles a afrontar estos retos”, dijo Luna.
En este sentido, los desafíos del make-to-stock radican en pronosticar la demanda para evitar el exceso o la escasez de inventario, administrar los niveles de inventario para evitar la inmovilización del capital y optimizar y controlar los costos de producción e inventario.
“Tener la información necesaria y conocer los picos dinámicos o cuáles son las tendencias de compra de los consumidores, es prácticamente una de las mejores formas de afrontar los retos. Hay que tener una acción inmediata que ello permita a los productores tomar acciones, corregir en tiempo y forma lo que están haciendo, y no que después sea un costo muy alto”, aseguró.