Un equipo de científicos de la Universidad de Ciencias Médicas de Arkansas (EE.UU.), dirigido por la investigadora Sue Griffin, descubrió un nuevo fármaco potencial, denominado CBA2, para prevenir la enfermedad de Alzheimer en personas con el llamado ‘gen de la enfermedad’, el APOE ε4.
El ‘gen de la enfermedad’
Los expertos estiman que entre el 50 y el 65 % de las personas con alzhéimer han heredado el gen de riesgo APOE ε4, que codifica para la apolipoproteína E4 (ApoE4), de uno o ambos padres. También señalan que, las personas que tienen una copia del gen tienen tres veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad, mientras que aquellos con dos copias (una de cada progenitor) tienen entre 12 y 15 veces más probabilidades de padecer alzhéimer.
En 2018, el equipo dirigido por Griffin fue el primero en mostrar cómo APOE ε4 impidió que las células cerebrales realicen la autofagia lisosomal con la que eliminan sus productos de desecho. Esta alteración es responsable de la formación de placas y ovillos en el cerebro que son características de la enfermedad de Alzheimer. «Nuestra serie de descubrimientos relacionados con APOEε4 y su papel perjudicial en la patogénesis del alzhéimer se encuentran entre los más impactantes de mis 50 años como científica», comentó Griffin.
Exitoso cambio de enfoque
La mayoría de las investigaciones sobre este trastorno en EE.UU. ha obtenido resultados poco prometedores, pues se han centrado en tratamientos que pueden eliminar las placas y ovillos del cerebro asociados con la enfermedad. El problema de estas terapias radica en que las personas con síntomas leves de alzhéimer ya han perdido aproximadamente la mitad o más de las neuronas responsables de la memoria y el razonamiento cuando comienza la intervención.
El equipo de Griffin cambió este enfoque hacia la prevención temprana mediante la detección del llamado ‘gen de la enfermedad’ y su subsiguiente supresión. «Ningún otro equipo de investigación ha encontrado un fármaco potencial específicamente para bloquear los efectos nocivos del APOE ε4 heredado», puntualizó la experta.
Utilizando bioinformática y técnicas de modelado computacional el equipo descubrió el sitio farmacológico en la proteína ApoE4. Meenakshisundaram Balasubramaniam, coautor del estudio, analizó alrededor de 800.000 compuestos candidatos en solo dos días. Sus hallazgos simulados por computadora sobre las acciones de los fármacos dirigidos a ApoE4 se validaron en varios sistemas ‘in vitro’ e ‘in vivo’. El equipo llevará a cabo investigaciones preclínicas a mayor escala sobre el fármaco candidato, CBA2, además de probar otros posibles medicamentos.
«Nuestra esperanza es que las personas que tienen una o dos copias de APOE ε4 algún día tomen el medicamento regularmente durante toda su vida y reduzcan significativamente su riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer», subrayó Griffin. Los hallazgos se publicaron recientemente en Communications Biology.