La Corte Internacional de Justicia (CIJ) no ordenó este viernes un cese al fuego en Gaza en un caso de genocidio que presentó Sudáfrica el mes pasado, pero ordenó a Israel que tome todas las medidas a su alcance para prevenir este tipo de actos mientras libra una guerra contra los militantes de Hamas.
Pretoria presentó el caso, que va al núcleo de uno de los conflictos más intratables del mundo, y que en esta guerra lanzada, el pasado 7 de octubre, ha devastado gran parte del enclave y matado a más de 25 mil palestinos, según las autoridades sanitarias palestinas, por lo que pidió a la corte que ordenara a Tel Aviv que detuviera sus operaciones militares.
En la muy esperada decisión tomada por un panel de 17 jueces, la CIJ decidió no desestimar el caso y ordenó seis de las llamadas medidas provisionales para proteger a los palestinos en Gaza, sin embargo no se pronunció sobre el núcleo del caso presentado por Sudáfrica: si se ha producido genocidio.
«La corte es muy consciente de la magnitud de la tragedia humana que se está desarrollando en la región y está profundamente preocupada por la continua pérdida de vidas y sufrimiento humano», dijo Joan E. Donoghue, presidenta de la corte.
Así, el tribunal señaló que Israel debe asegurarse de que sus fuerzas no cometan genocidio y tomar medidas para mejorar la situación humanitaria de los palestinos en el enclave.
La decisión de este viernes es solo provisional, y podrían pasar años antes de que se examine el caso completo presentado por Sudáfrica. Israel rechaza la acusación de genocidio y ha pedido a la corte que desestime los cargos bajo el argumento de que respeta el derecho internacional y tiene derecho a defenderse.
Mientras el caso avanza a través de la corte, Sudáfrica ha pedido a los jueces «con extrema urgencia» que impongan medidas provisionales.
A la cabeza de la lista sudafricana estaba la petición de que el tribunal ordenara a Israel que «suspendiera inmediatamente sus operaciones militares en y contra Gaza». Pero el tribunal se negó a hacerlo.
Sudáfrica también pidió a Israel que tome «medidas razonables» para prevenir el genocidio y permitir el acceso a la ayuda que se necesita desesperadamente. El tribunal dictaminó que Israel debe tratar de limitar las muertes y los daños.
En un comunicado el jueves, el primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh, dijo que esperaba que la decisión «incluya una acción inmediata para detener la agresión y el genocidio contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza (…) y un rápido flujo de ayuda de socorro para salvar a los hambrientos, heridos y enfermos de la amenaza de muerte lenta que los amenaza».
Israel a menudo boicotea los tribunales internacionales e investigaciones de la Organización de Naciones Unidas, bajo el argumento de que son injustas y parciales.
Pero esta vez, tomó la inusual medida de enviar un equipo legal de alto nivel, una señal de la seriedad con la que considera el caso y probablemente del temor de que cualquier orden judicial para detener las operaciones sea un gran golpe para la posición internacional del país.
El gobierno israelí desató su guerra sobre Gaza después de un ataque transfronterizo el 7 de octubre pasado por parte de militantes de Hamas. Funcionarios dijeron que mil 200 personas murieron, en su mayoría civiles, y 240 fueron tomadas como rehenes.