Los precios al productor presentaron, en octubre pasado, su segunda aceleración anual consecutiva, de acuerdo con la información divulgada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el décimo mes del año, el Índice Nacional de Precios al Productor (INPP), incluido petróleo, mostró una variación anual de 1.35%, con lo que ligó dos meses al alza y su mayor nivel desde marzo pasado.
En comparación con septiembre, el INPP mostró un aumento de 0.46 por ciento.
“Repuntó de 0.61 a 1.35% anual, su mayor expansión en siete meses, aunque se mantuvieron relativamente bajos”, destacó Alejandro Saldaña, subdirector de Análisis Económico de Ve por Más (Bx+).
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, explicó que la aceleración en la inflación a los productores se debe a que continúan las presiones al alza sobre los precios de los energéticos, en específico del petróleo, siendo el genérico con la mayor incidencia sobre la inflación del productor por tercer mes consecutivo.
“Lo anterior implica riesgos al alza para la inflación del productor en las actividades secundarias, sobre todo en el sector manufacturero, que registró incrementos mensuales en los precios del productor de casi todos sus subsectores. En las actividades terciarias también se destacan incrementos mensuales en precios de servicios de alimentos y transportes”, añadió.
Para noviembre, los analistas esperan que estas presiones en los energéticos disminuyan, ya que se ha visto una reducción en los precios a nivel internacional al disminuir la especulación relacionada al conflicto en Israel.
“Sin embargo, no se puede descartar que las presiones ya vistas hasta octubre se transfieran en los próximos meses a la inflación del consumidor””, agregó Gabriela Siller.
Precios para industria cayeron
Al interior del reporte del Inegi se observó que, de las tres actividades económicas, sólo el sector industrial fue el que presentó una disminución anual en sus precios.
En octubre, las actividades secundarias mostraron una disminución anual de 0.57 por ciento.
Este resultado se debió, principalmente, a una caída de 5.41% en los precios de la minería.
Las actividades terciarias, por su parte, fueron las que mostraron un mayor incremento anual en sus precios, con una tasa de 5.34 por ciento.
Dentro de los servicios, los precios que mostraron un mayor incremento fueron los de salud y asistencia social, con 6.74 por ciento.
Respecto a las actividades primarias, que se refieren a aquellas relacionadas con la pesca, caza, ganadería y similares, los productores tuvieron una inflación de 0.78 por ciento.