El Medio Oeste de Estados Unidos está viviendo una de sus peores tormentas invernales de la temporada, con vientos helados y fuertes nevadas que han dejado a miles sin electricidad durante el fin de semana. Dichas condiciones climáticas se deben, principalmente, a la llegada de un fenómeno del clima extremo: el llamado ciclón bomba o bomba ciclónica.
Según advierten expertos del Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés), se trata de un flujo de aire helado que normalmente gira sobre el Polo Norte, pero que en ocasiones se desplaza hacia el sur, uniéndose con las tormentas invernales, lo que da pie a lluvias y nevadas intensas.
Tan solo en Iowa, se ha registrado casi 25 centímetros de nieve, donde, además, el periodo electoral de 2024 comienza este lunes, por lo que se han tenido que modificar los actos de campaña.
Los meteorólogos han calificado el mal tiempo como un “clima invernal potencialmente mortal” y pronostican que continuará la caída de nieve desde el oeste hasta Oregón hasta el este, en Maine. En tanto, un aproximado de 70 millones de personas se encuentran bajo alerta de clima invernal.
¿Qué es un ciclón bomba y qué tan peligroso puede ser?
De acuerdo con expertos de NBC News, un ciclón bomba “es una tormenta que se intensifica rápidamente y se forma cuando el aire cercano a la superficie de la Tierra asciende a gran velocidad en la atmósfera, provocando una caída repentina de la presión barométrica”, es decir, que desciende al menos 24 milibares (una medida de presión utilizada en meteorología) en menos de 24 horas.
Los ciclones bomba se forman cuando una masa de aire frío colisiona con una masa de aire caliente, generando una corriente que gira hasta alcanzar una forma ciclónica de enormes magnitudes.
Éstas se caracterizan por ser poderosas tormentas de nieve con precipitaciones pesadas, según las describe la geógrafa Esther Mullens para la revista The Conversation, las cuales se han vuelto cada vez más violentas y explosivas como consecuencia de la crisis climática.
Una de las preocupaciones más frecuentes sobre este fenómeno es su capacidad para formarse en tan solo un día, cuando en el pasado este proceso podía tomar hasta una semana: “Bastan 24 horas desde su formación para que los ciclones bomba alcancen el punto máximo de su poderío. A este comportamiento se le conoce como bombogénesis”, explica un artículo de National Geographic.
El último ciclón bomba, registrado en enero de 2022, “sepultó” los estados de Nueva York, Nueva Jersey, Massachusetts, Virginia, Maryland y Rhode Island, bajo 75 centímetros de nieve, según documentaron en su momento medios locales y agencias de noticias.
Mullens advierte que estos fenómenos se han vuelto impredecibles y “revelan el alcance de la nueva dinámica climática y la adaptación de la misma”.