Brasil no ha reconocido los resultados de las elecciones del 28 de julio ante la falta de un escrutinio transparente, en línea con otros países de América Latina, además de Estados Unidos y la Unión Europea. La oposición reivindica el triunfo de su candidato, Edmundo González Urrutia, y denuncia fraude.
En el centro de la controversia: el ex canciller Celso Amorim, asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien el Parlamento tiene previsto declarar como «persona non grata». Amorim fue observador en las presidenciales y dijo que la decisión en los Brics respondió a que Venezuela «rompió la confianza» tras esos comicios.
«Se informa a la comunidad nacional e internacional que, siguiendo instrucciones del presidente Nicolás Maduro Moros se ha decidido convocar a consultas, de manera inmediata, al embajador Manuel Vadell», señaló un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores, en el que indicó además que fue convocado el encargado de negocios de Brasil en Caracas.
«Denunciamos el comportamiento irracional de los diplomáticos brasileños, quienes, contraviniendo la aprobación del resto de miembros de los Brics, asumieron una política de bloqueo», añadió el texto.
El veto fue impuesto durante la cumbre del bloque, que Brasil cofundó en 2009, celebrada entre los días 22 y 24 de octubre en Kazán, Rusia.
«Amos del norte»
El comunicado de la cancillería expresó además el «más firme rechazo a las recurrentes declaraciones injerencistas y groseras de voceros autorizados por el gobierno brasileño», con énfasis en Amorim, «un mensajero del imperialismo norteamericano» que «se ha dedicado de manera impertinente a emitir juicios de valor sobre procesos que solo le corresponden a los venezolanos».
Amorim ya dijo el martes que Venezuela estaba reaccionado de manera «desproporcionada» al bloqueo del ingreso en el bloque que también componen Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Irán, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos.
Maduro exhortó a Lula -un viejo aliado desde los tiempos de su antecesor, Hugo Chávez- a pronunciarse sobre el veto.
El mandatario brasileño ha marcado distancia con Caracas, e incluso llegó a tachar al gobierno de Maduro de «régimen muy desagradable» con «sesgo autoritario».
El jefe del Parlamento, el poderoso dirigente chavista Jorge Rodríguez, adelantó que pedirá en plenaria la declaratoria de Amorim como «persona non grata» tras acusarlo de «intromisión» y de servir a Estados Unidos en el cuestionamiento internacional a las pasadas elecciones.
«Usted se comportó, de manera aviesa, más como un interlocutor del gobierno de los Estados Unidos que en el papel supuestamente asignado por el presidente Lula», escribió Rodríguez en un comunicado, difundido poco antes del de la cancillería. «Por eso su intromisión en los asuntos que solo a nosotros nos competen, de allí su posición absolutamente postrada a los designios del imperio agresor».
«Solicitaremos a la plenaria de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela lo declare persona non grata y no nos importan los compromisos y conciliábulos a los que haya llegado con sus amos del norte», sentenció.
La próxima sesión del Parlamento está prevista para este jueves 31 de octubre.