Esta medida fue votada desde 2023, pero su aplicación fue retardada bajo el gobierno conservador.
Un «perímetro de 150 metros será instalado alrededor de todas las clínicas y los hospitales que ofrecen servicios de aborto», indica el comunicado del ministerio del Interior.
En ese perímetro, «el hecho de influir (…) sobre la decisión de una mujer de optar por el aborto será una infracción penal», precisó el comunicado.
Asimismo, la Crown Prosecution Service (oficina del procurador) publicó «instrucciones» con destino a la policía y las fiscalías para posibilitar la buena aplicación de la ley.
«Estoy convencida de que las garantías que instalamos hoy tendrán un impacto al ayudar a las mujeres a sentirse más seguras al darles medios para acceder a los servicios esenciales que requieren», declaró la secretaria de Estado encargada de la policía, Diana Johnson, citada en el comunicado.
En febrero, un predicador cristiano fue condenado por manifestar cerca de una clínica donde se hacen abortos en el oeste de Londres. Este hombre de 72 años esgrimió una pancarta con un salmo de la Biblia.
El tribunal lo declaró culpable y pronunció en su contra medidas de control por 12 meses y lo condenó a pagar 2 mil 426 libras esterlinas (3 mil 143 dólares) de gastos de justicia.
El predicador se había manifestado en una zona de protección, la primera de ese tipo, instalada por el consejo local.
Grupos antiaborto afirmaron que la prohibición de esas oraciones son una amenaza a la libertad de expresión y las creencias religiosas.