De acuerdo con un comunicado del ministerio de Defensa ruso, el presidente Vladimir Putin supervisó la tarea que ordenó como comandante en jefe de las fuerzas armadas de Rusia: “responder con un golpe nuclear masivo a un ataque enemigo con armas atómicas”, cuyo cumplimento reportó el titular de la cartera, Andrei Belousov.
El ministro detalló que durante el ejercicio un misil Yars, disparado desde el cosmódromo de Plesetsk recorrió 6 mil kilómetros antes de impactar en el polígono de Kura, en la península de Kamchatka.
Asimismo, Belousov relató que dos submarinos atómicos lanzaron misiles Bulava y Sineva desde los mares de Ojotsk y Barents, al tiempo que bombarderos estratégicos (capaces de portar proyectiles nucleares) dispararon misiles de crucero.
“Se cumplieron en su totalidad las misiones fijadas para este ejercicio de nuestras fuerzas estratégicas de disuasión; los misiles, sin excepción, dieron en el blanco”, resumió el ministro de Defensa, en el fragmento difundido por la televisión local.
Por su parte, Putin se mostró satisfecho: “Tomando en cuenta el incremente de las tensiones geopolíticas y el surgimiento de nuevas amenazas y riesgos externos, es indispensable contar con fuerzas estratégicas modernas listas para entrar en combate en caso de necesidad”, destacó.
Para el titular del Kremlin, la triada nuclear de este país, formada por los misiles balísticos intercontinentales, los bombarderos estratégicos y los submarinos atómicos, es “la mejor garantía de la soberanía y la seguridad de Rusia”, al tiempo que subrayó que “el uso del armamento nuclear es una medida excepcional, cuando no queda otra, para asegurar la seguridad”.