La carta fue dirigida al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores y Senadoras, Gerardo Fernández Noroña, con fecha de hoy 29 de octubre. En esta, resalta que la renuncia no implica su aceptación de la constitucionalidad de la reforma judicial; también que no se considera “un candidato adecuado para un cargo que dependa del apoyo popular”.
“Es necesario subrayar que esta renuncia no implica una aceptación tácita de la constitucionalidad de la reforma. Procedo conforme a la presunción de validez que toda norma merece mientras no sea revocada por un tribunal competente. Pero como tantas cosas en el derecho, esa presunción es provisional, frágil y tal vez destinada a desaparecer cuando la Corte emita su juicio final. Hasta entonces seguiré las reglas vigentes”, expone.
La misiva comienza recordando que el 27 de noviembre de 2012 aceptó servir como ministro de la Suprema Corte.
“Desde el principio, sabía que ser juez constitucional implicaba algo más que interpretar textos legales: implicaba mantener viva la promesa de justicia en un Estado democrático. La Constitución, al igual que el derecho, no es solo un conjunto de normas, sino una estructura de principios destinada a proteger a todos, especialmente a quienes carecen de voz o respaldo popular.
“Hoy me enfrento a una reforma constitucional que acorta el mandato para el cual fui investido. Se me presentan dos opciones: someterme a un proceso de elección popular o presentar mi renuncia. No me considero un candidato adecuado para un cargo que dependa del apoyo popular. Si bien mi trayectoria y capacidades me califican para la judicatura, es en esa labor -para la que me siento más apto- donde la función no consiste en validar la voluntad de las mayorías, sino en resguardar los derechos de quienes más lo necesitan.
Por ello, he decidido presentar mi renuncia”, apunta.
La renuncia de Gutiérrez Ortiz Mena se hace dentro del plazo establecido en el séptimo transitorio de la reforma. Señala que acata la norma porque es clara: “si no renuncio en tiempo, entraría bajo la hipótesis del tercer párrafo del artículo 98 de la Constitución que exige causa grave para justificar una renuncia extemporánea. Y aunque podría improvisar una tragedia menor para cumplir con esa formalidad, la verdad es que no poseo tal causa grave”.
La renuncia del ministro surtirá efecto el 31 de agosto de 2025.
“Renuncio, no como quien abandona una tarea inconclusa, sino como quien entiende que los cargos públicos son préstamos temporales, conferidos para ser desempeñados con decoro mientras dure el encargo. El único lujo que me permito al dejar este puesto es hacerlo con la serenidad de haber sido fiel a los principios constitucionales que guían esta labor. Al final, el verdadero triunfo no es aferrarse al cargo, sino saber cuándo dejarlo con gracia, consciente de que nadie indispensable, solo libre”, concluye.
Se espera hoy también presenten su renuncia la presidenta de la Corte y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), Norma Lucía Piña Hernández, Luis María Aguilar Morales, Javier Laynez Potisek, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Alberto Pérez Dayán, Margarita Ríos Farjat y Jorge Mario Pardo Rebolledo.