«[Trump] siempre ha hablado mucho y, a menudo, no se ha apegado a la verdad, pero con el paso del tiempo sus discursos se han vuelto más oscuros, más duros, más largos, más furibundos, menos centrados, más profanos y cada vez más fijos en el pasado», afirmó el periódico.
En el mismo sentido, manifestó que el expresidente, de 78 años, frecuentemente «divaga, se repite, va de un pensamiento a otro, algunos de ellos difíciles de entender, otros inacabados, otros fácticamente fantásticos» y «expresa afirmaciones extravagantes, que parecen inventadas de la nada».
Asimismo, según un análisis computarizado del medio, los discursos de la campaña de Trump duran ahora una media de 82 minutos, frente a los 45 minutos de 2016.
«Proporcionalmente, [Trump] utiliza un 13 % más de términos a todo o nada, como ‘siempre’ y ‘nunca’, que hace ocho años, lo que algunos expertos consideran un signo de edad avanzada. De manera similar, ahora usa un 32 % más de palabras negativas que positivas, en comparación con el 21 % de 2016, lo que puede ser otro indicador de cambios cognitivos. Y usa palabrotas un 69 % más a menudo que cuando se presentó por primera vez, una tendencia que podría reflejar lo que los expertos llaman desinhibición», explicó el NYT.
«El joven desarrollador obsesionado con los medios y estrella de la telerrealidad que hablaba con un grado de sofisticación y matices acabó dando paso al grandilocuente candidato presidencial con vocabulario reducido en 2016 y, finalmente, al anciano expresidente que busca regresar en 2024», estimó el medio.
«Señales de alerta»
Mientras, los expertos consultados por el NYT no están seguros de que los cambios en el estilo de hablar de Trump indiquen síntomas típicos de la edad o de alguna condición más significativa. «Eso puede cambiar con el envejecimiento normal», apuntó el doctor Bradford Dickerson, neurólogo de la Facultad de Medicina de Harvard. «Pero si se observa un cambio en relación con la línea base de una persona en ese tipo de capacidad para hablar en el transcurso de solo unos pocos años, creo que eso levanta verdaderamente algunas señales de alerta», señaló.
«Paso dos horas sin teleprónter y, si digo una palabra ligeramente fuera de tono, dicen: ‘Tiene problemas cognitivos’», se quejó Trump en un mitin reciente.