Los centros de datos de inteligencia artificial (IA) requieren de enormes cantidades de energía para funcionar, pero no basta con garantizar un suministro estable. Hoy en día se valora mucho su procedencia porque una elección equivocada puede perjudicar los objetivos de sostenibilidad de las compañías de IA como Google o Microsoft.
En este contexto, la energía nuclear se presenta como una alternativa prometedora dado que es capaz de producir electricidad con bajas emisiones de carbono. La firma detrás de Windows ha oficializado su apuesta por la nuclear de la mano de la reapertura de la central Three Mile Island. Ahora parece ser el turno del gigante del buscador.
Google muestra interés por la energía nuclear
Sundar Pichai se encuentra de viaje por Japón. En su visita por el país asiático, el CEO de Google recibió a Pikachu en las oficinas de la compañía y dejó algunas reflexiones interesantes sobre estos tiempos. Le dijo al periódico local Nikkei que cree que la IA es “una pieza de la tecnología subyacente que atraviesa todo lo que hacemos hoy”.
En este sentido se mostró comprometido con la promesa de Google de alcanzar cero emisiones netas en todas sus operaciones y cadena de valor para 2030. Cuando hablamos de cero emisiones netas estamos haciendo referencia a la eliminación casi total de los gases de efecto invernadero, pero con cierto margen para emisiones residuales.
Pichai ha dicho que se trata de un objetivo ambicioso que requerirá de mucho trabajo. Aquí, precisamente, es donde entra en juego nuevas fuentes de energía para sus centros de datos. «Ahora estamos buscando inversiones adicionales, ya sea solar, y evaluando tecnologías como pequeños reactores nucleares modulares”, explicó el ejecutivo.
Por el momento no tenemos más detalles sobre los planes de Google con la energía nuclear, pero queda claro que la compañía necesita hacer algunos cambios en su estructura si quiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Es que sus emisiones durante 2023 fueron un 48% más altas que las de 2019 por el auge de la IA.
Google tiene centros de datos distribuidos por diferentes partes del mundo. En algunas regiones el panorama es más alentador que en otras. Por ejemplo, la mayor parte de su infraestructura europea se alimenta con energía proveniente de fuentes de bajas emisiones de carbono. Esto cambia sustancialmente en Oriente Medio, Asia y Australia.