Morales encabeza la que ha denominado la “marcha para salvar a Bolivia” contra Arce, su ministro de Economía durante los 13 años que ejerció el poder (2006-2019) y con quien ahora se disputa la nominación presidencial del oficialismo de cara a las elecciones de 2025.
El domingo, en un mensaje televisado, Arce le advirtió a Morales que no le daría el “gusto de una guerra civil”, tras los enfrentamientos a palos y piedras entre manifestantes de ambos bandos que dejan 34 heridos en medio de la protesta opositora, según cifras oficiales.
Previo a la llegada de la marcha desde la vecina ciudad de El Alto, la policía bloqueó los accesos a la sede de gobierno, mientras cientos de personas afines a Arce se concentran en los alrededores a la espera del eventual ingreso de Morales y sus seguidores.
“Venimos a defender la democracia para que cumpla su mandato el hermano presidente. No queremos que sea perjudicado. Está viniendo el grupo del hermano Evo Morales a perjudicar”, dijo a la Afp Lourdes Calizaya, dirigente del Consejo de las Federaciones Campesinas de los Yungas.
Está previsto que la movilización contra el gobierno -que según Morales reúne a unas 15 mil personas- se concentre en la capital boliviana en horas de la tarde, al término de un recorrido de unos 190 km por el altiplano boliviano.
“Nuestra marcha es para decir basta de corrupción, de un gobierno de familias, de encubrimiento al narcotráfico, de destrucción de la economía del pueblo y de ataque a nuestras organizaciones sociales”, escribió Morales este lunes en sus redes sociales.