La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informó que para 2024 se tiene prevista una producción de chile poblano de 405 mil 143 toneladas para atender la temporada de elaboración y consumo del tradicional chile en nogada, platillo emblemático durante los festejos patrios de México.
La dependencia federal señaló que esta variedad de chile, caracterizado por ser de tamaño grande, color verde oscuro y piel brillante, alcanzó un valor de producción de cinco mil 381 millones de pesos para al menos 15 estados productores.
De acuerdo con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), al cierre de 2023 el estado de Zacatecas aportó más de 177 mil 387 toneladas y fue la principal entidad productora de la hortaliza, cuyo consumo está arraigado en la cultura gastronómica y la identidad de nuestro país, apuntó.
Secundaron la producción los estados de Guanajuato, con 63 mil 250 toneladas de chile; Sinaloa, 57 mil 992 toneladas; Jalisco, 48 mil 369 toneladas, y Baja California Sur, 40 mil 960 toneladas. En conjunto, las cinco entidades aportaron 80.7 por ciento de la producción nacional, reportó la Secretaría de Agricultura.
¿Cómo se cosecha el chile poblano?
La siembra de la hortaliza tiene lugar en el ciclo primavera-verano y se cosecha en agosto, para garantizar su disponibilidad en septiembre y su oportuno envío a los anaqueles de mercados, tiendas de autoservicio y centrales de abasto del país.
En el ciclo otoño-invierno se realiza una nueva siembra para completar la disponibilidad del chile poblano a lo largo del año, se especificó en el comunicado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Así nació el Chile en Nogada
El chile en nogada es el platillo que, de acuerdo con la leyenda, las monjas agustinas del convento de Santa Mónica, en Puebla, elaboraron con los productos de temporada (granada, chile poblano y nuez de Castilla). El platillo llevaba los colores del ejército Trigarante con el objetivo de celebrar la Independencia de México y al emperador Agustín de Iturbide.
Inicialmente la elaboración del platillo comprendía un chile poblano relleno de carne de res y puerco, que estaban mezclados con plátano, manzana, pera y durazno, y eran bañados con una salsa de nuez.