El drink favorito de Luis Miguel en el Baby’O
Luis Miguel no solo iluminaba el escenario, también lo hacía en el Baby’O con su presencia constante. ¿Y cuál era su secreto para esas noches inolvidables? ¡Vino, mucho vino! Rudy recuerda cómo el cantante y su equipo llegaban con botellas de vino, convirtiéndolas en un símbolo de sus noches en el club. Nada como una copa de vino para brindar por la vida y la buena música.
La fascinación de las mujeres
Pero la cosa no acaba ahí. Tercero revela un detalle curioso: el comportamiento de las mujeres cuando Luis Miguel se levantaba de su asiento. ¡Era todo un espectáculo! Las jóvenes corrían hacia la silla donde él se había sentado, solo para olerla y tocarla. “Cuando Luis Miguel se paraba, llegaban las niñas a oler donde se había sentado. Se aventaban para oler y sobar la silla”, cuenta Rudy, destacando la locura y adoración que el artista generaba.
La generosidad del Baby’O con el cantante
Y como si fuera poco, el Baby’O mostraba su gratitud por la presencia de Luis Miguel cubriendo los gastos de sus consumos y las de sus amigos. Pero claro, esto no era siempre, todo dependía del tamaño de su grupo. ¡A veces las noches eran por cuenta de la casa!
Un icónico throwback
Las revelaciones de Rudy Tercero nos transportan a esas noches doradas en el Baby’O, llenas de lujo, admiración y generosidad. Estas historias solo enriquecen la leyenda de Luis Miguel, quien sigue siendo una figura icónica en la música y la cultura popular. ¿Quién no quisiera haber vivido noches así en el Baby’O?