Miles de manifestantes marcharon hacia Washington, coreando “Palestina libre, libre”, mientras algunos trataban de bloquear las calles antes del discurso de Netanyahu. Policías con máscaras antigás impidieron el paso al Capitolio de la multitud, que exigía el fin de la guerra, en la que han muerto más de 39 mil palestinos.
La policía del Capitolio dijo en una publicación de la red social X que algunos miembros del grupo se habían vuelto “violentos” y “no habían obedecido” las órdenes de retroceder ante la línea policiaca.
“Estamos lanzando gas lacrimógeno hacia cualquier persona que trate de violar la ley y cruzar esa línea”, dijo la policía del Capitolio.
Los manifestantes, que llevaban letreros con mensajes como “Arresten a Netanyahu” y “Fin de toda la ayuda de EU a Israel” se reunieron cerca del Capitolio antes de marchar hacia el edificio. Los organizadores dijeron que tratarían de bloquear la ruta de Netanyahu hacia el edificio, y la policía retiro por la fuerza a manifestantes que trataban de bloquear una intersección.
El primer ministro fue recibido a su llegada por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, el miércoles por la tarde en el Capitolio, donde Netanyahu buscaba aumentar el apoyo de Estados Unidos a la lucha de su país contra Hamás.
Los manifestantes se reunieron cerca del Capitolio antes de marchar hacia el edificio, antes del discurso de Netanyahu en la sesión conjunta del Congreso. Tras bloquear una intersección cercana, los manifestantes corearon “¡Ciérrenla!” mientras marchaban detrás de una bandera que decía “globalizar la intifada estudiantil”.
“¡Bibi, Bibi, no hemos terminado! ¡La intifada apenas comienza!”, gritaban, llamando a Netanyahu por su sobrenombre. Otros manifestantes coreaban, “Netanyahu, no puedes esconderte. Estás cometiendo genocidio”.
Entre los manifestantes había un grupo de artistas de Baltimore que llevaban una enorme escultura de papel maché que representaba al presidente Joe Biden con sangre en las manos y cuernos de diablo. Dijeron que la construcción de la escultura les llevo meses y su objetivo es representar la falta de disposición de Biden de enfrentarse a Israel.
Mary Kaileh, una palestina que se trasladó a Estados Unidos desde la Franja de Gaza hace 17 años y que ahora vive en Baltimore, dijo que su pueblo ha sido ignorado y maltratado durante décadas. No está convencida de que las protestas cambien algo para convencer a los políticos estadounidenses de actuar, pero no se iba a quedar en casa.
“Me encanta, pero no veo sus efectos”, dijo.
Aunque algunos de los manifestantes condenan a Israel, otros expresan su apoyo, al tiempo que presionan a Netanyahu para alcanzar un acuerdo de cese al fuego en la guerra contra HamAs y devolver a casa a los rehenes que aún están en poder del grupo armado.