La obra de arte se convierte en «el objeto de Harry Potter más valioso jamás vendido en una subasta», dijo la casa de subastas Sotheby’s en un comunicado.
«La ilustración fue perseguida por cuatro pujadores por teléfono y en línea durante casi diez minutos antes de venderse entre aplausos».
Se esperaba que la obra de Thomas Taylor, que tenía sólo 23 años en 1997 cuando pintó la icónica imagen del niño con la cicatriz en forma de rayo y las redondas gafas, alcanzara un precio de entre 400 mil y 600 mil dólares en Sotheby’s.
Taylor trabajaba en una librería infantil de Cambridge, Reino Unido, cuando el editor Barry Cunningham de Bloomsbury le encargó pintar la imagen del libro de J.K. Rowling, que saldría a la venta en Londres el 26 de junio de 1997.
Según Kalika Sands, especialista en libros de Sotheby’s, fue una de las primeras personas que leyó el libro y recibió una primera copia del manuscrito que le sirvió de base para su trabajo artístico.
«Por lo tanto, conocía el mundo antes que nadie y fue él quien tuvo que pensar cómo visualizar Harry Potter», explicó Sands a la AFP antes de la subasta.