Con el simulacro de reacción al descarrilamiento de un tren de carga que provocó un derrame de químicos y un incendio con heridos, ayer finalizó en Ciudad Juárez el Ejercicio Binacional “Fuerzas Amigas 2024”, en el que participaron militares del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y del Ejército Norte de los Estados Unidos.
Las actividades que se llevaron a cabo durante tres días, con la participación de alrededor de 800 militares de ambos países, consistieron en la simulación de ejecución del Plan DN–III–E y el Plan de Autoridades Civiles de Apoyo a la Defensa (DSCA por sus siglas en inglés) en cinco escenarios distintos.
El primer escenario fue la hipótesis de un sismo de 7.5 grados en escala de Richter durante la futura Copa Mundial de Futbol 2026, en el Estadio Olímpico Benito Juárez, en donde hubo rescates de víctimas de la cancha, gradas y estacionamiento.
El segundo escenario fue la reconversión de una unidad operativa en un hospital de atención a víctimas masivas dentro de la Guarnición Militar, el tercero fue el colapso parcial del Aeropuerto Internacional Abraham González, y el cuarto una fuga de productos químicos de una planta de tratamiento de aguas residuales.
El último escenario
Ayer, cerca de 200 militares de ambos países participaron en el quinto escenario, en las instalaciones de la empresa Ferrocarriles Mexicanos (Ferromex), en donde reaccionaron con la hipótesis del descarrilamiento de un tren de carga, lo cual provocó el derrame de químicos y un incendio.
Entre gritos de “ayuda, ayuda”, “ayuda a mi bebé” y “me voy a morir”, 30 militares que fungieron como heridos, permanecieron recostados sobre el piso, junto a las vías y los tráileres, mientras que un helicóptero mexicano y uno estadounidense de doble ala simularon derramar agua sobre la escena incendiada.
Caracterizados de los rostros, brazos y piernas, los supuestos heridos permanecían pidiendo ayuda cuando arribaron agentes con equipo de encapsulamiento para realizar la evaluación de los daños por el derrame de químicos.
Después, otro equipo con máscaras especiales y overoles de protección llegaron con camillas para rescatar a los heridos, quienes eran trasladados a las áreas de atención médica que fue montada en las instalaciones de la empresa ferroviaria.
Rescatistas de la Cruz Roja Mexicana también apoyan en el ejercicio binacional de atención a víctimas, además de que se contó con la presencia del departamento de Bomberos.
“El Ejército Mexicano, en coordinación con autoridades civiles de este país, así como personal del Ejército de los Estados Unidos estamos aplicando el Plan DN–III–E en apoyo a la población civil y a las autoridades civiles. En este caso, de acuerdo a los resultados obtenidos se suscitaron 30 víctimas, las cuales fueron atendidas por personal de sanidad del instituto armado y personal de la Cruz Roja de este municipio”, informó el mayor de infantería José Luis Corro Torres.
En la hipótesis, las autoridades civiles locales manifestaron que fueron rebasados por la dimensión del incidente, por lo que los militares los relevaron.
“Una vez recibida la alerta procedimos a trasladarnos vía terrestre al punto del incidente. Al evaluar la situación del terreno nos percatamos de que el incendio era muy intenso, por lo que solicitamos apoyo aéreo para la sofocación del incendio… una vez sofocado el incendio ingresó personal especialista de descontaminación del Ejército Mexicano y del Ejército de los Estados Unidos para realizar un reconocimiento en el área para detectar la fuga y el número de víctimas”, relató.
Dijo que una vez contabilizadas las víctimas “ingresó personal de evacuación para trasladarlas al área de descontaminación, y posteriormente entregarlas al personal de sanidad y de la Cruz Roja al PRAM (Programa de Recolección de Atención Médica) o puesto de socorro, en donde fueron evaluadas de acuerdo a su situación, víctimas (heridas) o cadáveres”.
Después de retirar a todas las víctimas, todo el personal participante fue descontaminado, se desinstaló el sistema de descontaminación, y finalmente ingenieros militares trabajaron en la remoción de escombros.
Estrechan lazos
De acuerdo con el mayor de infantería, ayer participaron 100 elementos mexicanos y 86 estadounidenses, dos aeronaves y 16 vehículos militares nacionales.
El objetivo del ejercicio binacional es entrelazar “tanto amistad como trabajo, así como el conocimiento tanto de un país como del otro, aprender uno del otro”.
Ante la llegada de miles de personas migrantes a bordo de trenes de carga desde finales de 2022, Corro comentó que el simulacro de ayer es uno de los riesgos a los que se enfrentan, aunque destacó que esta vez esa no fue la hipótesis del entrenamiento.
La primera sargenta del Ejército de los Estados Unidos, Caterine Green, también destacó la importancia del ejercicio binacional para la mejora de las respuestas de emergencia en la frontera.
“Es muy importante para nosotros porque estamos formando relación con los mexicanos. Es muy importante para evitar que (las víctimas) se mueran”, comentó.
El ingreso de los militares estadounidenses, sin armamento, al territorio nacional fue aprobado en abril pasado por el Senado de la República, con 78 votos a favor, dos en contra y cuatro abstenciones.
Las y los senadores autorizaron el paso de una delegación conformada por 220 elementos, que asistirán sin portar armamento al ejercicio “Fuerzas Amigas 2024”, del 23 y 29 de junio de 2024, debido a que los militares provenientes de distintas partes de Estados Unidos ingresaron al país entre el 23 y 24 de junio, del 25 al 27 se llevaron a cabo las actividades y durante 28 y 29 saldrían del territorio mexicano.
Próximo ejercicio
El ejercicio binacional continuará entre el 20 de julio y el 10 de agosto de 2024, con la actividad “Mejorar la capacidad contra armas de destrucción masiva”, en el Campo Militar 37–B “Cap. José Vicente Villeda Perea”, Temainatla, Estado de México.
Y del 15 de julio de 2024 y el 3 de agosto se realizará el “Ejercicio Especializado Conjunto 2024” en Santa Gertrudis, Chihuahua, con una delegación de 180 elementos de la Compañía de Paracaidistas de la 82 división aerotransportada de Estados Unidos asistirá con armamento, municiones y equipo especial necesario para los ejercicios militares, a bordo de una aeronave tipo Hércules C–130.