El coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier Velazco, señaló en su intervención que este ejercicio de escucha deja clara la voluntad de “impulsar el diálogo como instrumento para fortalecer la democracia”, pero al mismo tiempo recalcó que en las pasadas elecciones “el pueblo de México expresó su beneplácito a que nuestro movimiento construya el segundo piso de la Cuarta Transformación”.
En ese marco, adelantó: “Vamos a darle cumplimiento al mandato popular, que no quepa la menor duda. Hay voluntad política de nuestro movimiento de ampliar el parlamento abierto, pero también, con toda honestidad y de manera enfática, manifestamos cuáles son los puntos irreductibles que nos planteamos derivados de ese mandato popular que no podemos traicionar”.
Entre ellos, dijo, está la conformación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y que la “legitimidad democrática” de quienes integran los distintos órganos del Poder Judicial debe estar sujeta a la voluntad popular.
Al mismo tiempo, aseguró que los derechos de los trabajadores del Poder Judicial no serán afectados y que se respetarán los criterios de idoneidad y elegibilidad de los juzgadores que se postulen.
Ricardo Monreal, coordinador de los senadores morenistas, puntualizó: “Venimos con toda disposición a escuchar, pero advertimos que venimos acompañados de una gran legitimidad. El pueblo nos otorgó el poder reformador de la Constitución y no vamos a desoír el mandato popular. Nos debemos a él y vamos a actuar con congruencia”.
En sentido contrario, el líder de la bancada del PAN en el Senado, Julen Rementería, subrayó que aunque hay muchos puntos de la reforma con los cuales coinciden, advirtió que “si nos equivocamos, las consecuencias para el país pueden ser muy lamentables”.
El legislador advirtió que “nos genera algunas inquietudes en el PAN y a mucha parte de la población, cuando ya se habla de ‘estos puntos son irreductibles’”, entre ellos la elección de jueces, ministros y magistrados mediante voto popular.
Se argumenta que estos mecanismos pueden solucionar problemas de corrupción, asegurar mayor independencia y autonomía, acabar con la impunidad y acelerar los procesos en las resoluciones judiciales, “y la verdad es que, por más que leemos la propuesta de reforma, no hay elementos que permitan asegurar que es así”.
Jorge Romero Herrera, coordinador de los diputados del blanquiazul, también señaló que hay aspectos con los que concuerda este partido, como la intención de que haya plazos máximos para que los juzgadores resuelvan los temas bajo su encargo, las medidas de austeridad y la reconfiguración del Poder Judicial en un órgano administrativo y otro disciplinario.
Sin embargo, alertó que el Poder Judicial no debe perder su independencia y autonomía. “No creemos que los únicos servidores públicos legítimos sean los que surgen del voto directo”, como lo comprueba el caso de los miembros del gabinete, que son designados de forma directa por la persona titular del Poder Ejecutivo.
“En el PAN tenemos una propuesta alternativa, y si encontramos un punto medio donde se respete la autonomía indispensable que debe tener el Poder Judicial, entonces podemos construir un proyecto en común”.
El líder de la bancada del PRI en San Lázaro, Rubén Moreira, alertó que la iniciativa de reforma al Poder Judicial “es de aquellas que requieren tiempos largos para la sana ponderación”, y que los últimos meses de una administración no es el momento “ideal” para impulsar estos cambios, “por la magnitud de estos y sus consecuencias”.
Por su parte, Dante Delgado, coordinador de los senadores de Movimiento Ciudadano, consideró que una reforma constitucional “debe venir acompañada de un diálogo incluyente”, como parte de un ejercicio legislativo “que construye, no que impone”, y en la cual se respete a las minorías, en vez de estar “fundada en la arrogancia del poder”.
Los foros sobre la reforma al Poder Judicial, advirtió, “de nada le servirán a México si son una simulación. Esta reforma debe realizarse con suficiente análisis, sin prisas, y el último mes de un Presidente no es momento para hacer reformas sustantivas. El pueblo de México les dio poder y está en su manos fortalecer la democracia o retroceder”.