Cada una de sus palabras y gestos son analizados con lupa por los estadunidenses en un país muy polarizado políticamente donde el voto de los moderados y de los indecisos en noviembre puede ser vital.
El debate, organizado por la CNN, se celebra en Atlanta, la capital de Georgia, en el este del país. Se desarrolla siguiendo unas reglas estrictas: se apaga el micrófono a cada candidato cuando termine el tiempo de respuesta estipulado y no habrá público ni teleprónter, el aparato que permite leer un texto sin apartar la mirada de la cámara.
Durará hora y media. Por sorteo Biden ocupará el lado derecho del escenario y Trump tendrá la última palabra.
Es la primera vez que el presidente y su predecesor republicano están cara a cara desde 2020.
Debatirán sobre economía y migración, dos de los temas que más preocupan al electorado según las encuestas.
Biden intenta desmarcarse de la retórica de su rival, que acusa a los migrantes, muchos de ellos latinoamericanos, de «envenenar la sangre» del país.
El fondo y la forma
Existe expectación acerca de qué dice Trump sobre el derecho al aborto, que Biden defiende a ultranza pese a ser un católico devoto. También se prevé que hable de cambio climático, la OTAN, la relación con China, así como las guerras en Ucrania y entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás en Gaza.
Los estadunidenses saben lo que opina el demócrata, de 81 años, sobre todos estos temas porque lleva el timón desde hace más de tres años pero estarán muy pendientes de cómo reacciona.
Su rigidez al andar y sus confusiones parecen preocupar más a los votantes, según los sondeos, que las disgresiones falsas y las meteduras de pata de su rival de 78 años, es decir solo tres menos.
Como consecuencia los votantes estarán tan pendientes de la forma como del fondo para ver con cuál conectan más.
Biden se presenta como garante de la democracia frente a un rival temperamental que nunca reconoció su derrota en 2020 y no asistió a su investidura.
Desprecio mutuo
Los dos hombres se profesan un desprecio mutuo y durante los últimos meses no han perdido ocasión para atacarse verbalmente.
Para calentar motores, los demócratas pagaron vallas publicitarias en Atlanta, en las que tachan de «delincuente convicto» a Trump, condenado penalmente por falsificar registros comerciales para encubrir una presunta relación extramatrimonial con una actriz porno. Tiene más causas judiciales pendientes.
Él contraatacó en su red Truth Social, acusando a Biden de ser «una amenaza para la democracia y una amenaza para la supervivencia y existencia del país». Su equipo divulgó un vídeo en el que llama a los votantes a preguntarse si Biden realmente es capaz de «pasar cuatro años más» en la Casa Blanca.
El candidato independiente Robert Kennedy Jr, el tercero en discordia, ha quedado excluido del debate. Sus posibilidades de ganar son escasas pero puede arañar votos tanto a republicanos como a demócratas.
El debate se celebra cuando el partido demócrata y el republicano no han nominado formalmente a sus candidatos para las elecciones. Lo harán en julio y agosto.
Está previsto un segundo debate en septiembre, dos meses antes de los comicios.
Economía
Al inicio del debate, Trump y Biden resaltaron haber dejado en buen estado la economía de su país durante sus gestiones y demeritaron mutuamente sus políticas públicas.
Biden reconoció que la inflación había provocado un aumento sustancial de los precios con respecto al inicio de su mandato, pero dijo que merecía el reconocimiento por haber «recompuesto las cosas» tras la pandemia de coronavirus.
Trump afirmó que había supervisado «la mejor economía de la historia de nuestro país» antes de la pandemia y dijo que tomó medidas para evitar que la caída libre económica se profundizara aún más.
Sin embargo, Trump ha insistido en que Estados Unidos tenía «la mayor economía en la historia del país» y que en la actualidad «la inflación está matando» a los ciudadanos estadounidenses.
«En todo el mundo ya no nos respetan como país. No respetan nuestro liderazgo, ya no respetan a Estados Unidos», ha aseverado el exmandatario.
Errores verables de Biden; Trump los exalta
El las primeras intervenciones del careo, Biden cometió varios errores verbales. Tenía una voz ronca, luchaba repetidamente por aclararse la garganta y hablaba entrecortadamente mientras intentaba defender su historial económico.
Biden pareció perder el hilo de sus pensamientos mientras daba una respuesta, pasando de una respuesta sobre política fiscal a una política de salud, en un momento usando la palabra “covid” y luego diciendo: “disculpe, con, tratando con”, y luego se apagó de nuevo.
“Mire, finalmente vencimos a Medicare”, dijo Biden, mientras se le acababa el tiempo para dar su respuesta.
Trump lo aprovechó al máximo y dijo: “Así es, derrotó a Medicaid, lo mató. Y está destruyendo Medicare”.
Trump sugirió falsamente que Biden estaba debilitando el programa de servicios sociales debido a los inmigrantes que llegaban al país.
Posturas confrontadas por el derecho al aborto
Biden culpó a Trump de permitir la eliminación del derecho al aborto a nivel nacional al nombrar a conservadores para la Corte Suprema de Estados Unidos, una cuestión que ha atormentado a los republicanos desde 2022.
En respuesta, Trump argumentó que Biden no apoyaría ningún límite a los abortos y dijo que devolver el tema a los estados era el curso de acción correcto.
Seguridad, frontera y migración.
Al ser cuestionados sobre el tema, el mandatario demócrata destacó que ha impulsado un un acuerdo bipartidario, se redujó la cantidad de personas que piden asilo”. La patrulla fronteriza apoyó y respaldó mi postura, agregó.
“Trump separaba a bebés de madres y los ponía en jaulas. Ahora, hay 40 por ciento menos de personas que cruzan la frontera”, señaló el demócrata.
No sabe lo que está diciendo, reviró Trump, tuvimos la frontera más segura del país. Biden abrió la puerta a gente que viene de cárceles, terroristas, entran de todo el mundo. Entran como quieren. Este tipo lo dejó abierto. Tuvimos la frontera más segura. Ahora es lo peor, sentenció.
Biden argumentó que el único terrorista que ha cruzado a territorio estadunidense fue durante el gobierno de Trump. Decir que Estados Unidos abre los brazos a los migrantes que entran ilegalmente en el país «sencillamente no es verdad…no hay datos que respalde lo que él dijo, está mintiendo”.
Sobre la deportación de migrantes que Trump aplicaría, el empresario sostuvo dicha medida debido a que, con Biden, “por sus políticas estúpidas y locas, la gente entra y mata a nuestros ciudadanos. Es el crimen de los migrantes, es el crimen de Biden”, respondió. Tenemos que expulsar a toda esta gente rápidamente.
El candidato republicano no perdió la oportunidad, casi en cada una de las preguntas realizadas por los moderadores, para demeritar la fortaleza del gobierno comandado por su adversario y sembrar la idea de que está destruyendo el país al conceder la entrada de miles de personas.
“¿Seguridad social? ¡Él (Biden) lo está destruyendo! Está permitiendo que millones entren al país y sean inscritos. Los veteranos están en las calles y ellos están en hoteles de lujo”, exaltó en una de sus intervenciones el empresario.
Por otra parte, el conservador acusó al demócrata a permitir el ingreso de cientos de dosis de fentanilo. Biden reviró y dijo que se han detenido cientos de precursores químicos que arriban de Asia y se ha impulsado un mega acuerdo bipartidista para impulsar, mismo que legisladores republicanos frenaron.
“El acabó con las reglas que dejamos con México, teníamos buenas reglas con México”, presumió Trump.
La única persona con condena es esta que está aquí: Biden
Biden mencionó por primera vez la condena de su rival por encubrir pagos de dinero a la estrella porno Stormy Daniels, llamándolo «delincuente».
En respuesta, Trump mencionó la reciente condena del hijo de Biden, Hunter, por mentir sobre su consumo de drogas para comprar un arma.
Cuando se le preguntó sobre el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos por parte de una turba de sus partidarios, el expresidente se negó a aceptar cualquier responsabilidad y afirmó que muchos de los arrestados eran inocentes.
«Este tipo no tiene ningún sentido de la democracia estadounidense», se burló Biden en respuesta.
A la mitad del debate de 90 minutos, Biden dijo: «Hay una razón por la cual 40 de los 44 altos funcionarios de su gabinete se negaron a respaldarlo esta vez. Su vicepresidente no lo ha respaldado esta vez. ¿Por qué? Lo conocen bien, ejercieron con él. ¿Por qué no lo respaldan?».
Biden también culpó a Trump de permitir la eliminación del derecho al aborto a nivel nacional al nombrar a conservadores para la Corte Suprema de Estados Unidos, una cuestión que ha atormentado a los republicanos desde 2022.