Este jueves se cumplen dos años del asesinato de 4 personas en la comunidad de Cerocahui, municipio de Urique: los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, el guía de turistas Pedro Eliodoro Palma y el beisbolista Paul Osvaldo Berrelleza Rábago.
En la comunidad se llevarán a cabo una serie de actividades para conmemorar a las víctimas de ese día; el relato de las autoridades indica que los hechos tuvieron su origen el 19 de junio del 2022 cuando «El Chueco» ordenó privar de la libertad a Paul Osvaldo, luego de que días antes se celebró un partido local en el que perdió el equipo al que el líder criminal había patrocinado.
Posteriormente, el 20 de junio, José Noriel Portillo Gil se encontraba presuntamente alcoholizado e intoxicado en un restaurante al que llegó el guía de turistas con un grupo de visitantes, a quien amenazó y posteriormente intentó privar de la vida.
Pedro Palma logró llegar hasta la entrada de la iglesia en donde los sacerdotes jesuitas intentaron evitar que fuera asesinado, sin embargo, los 3 perdieron la vida en el lugar y sus cuerpos fueron retirados para ser encontrados días después en la región serrana.
El hecho fue de relevancia nacional e internacional ya que el Papa Francisco lamentó el asesinato de los sacerdotes jesuitas, iniciando desde entonces un operativo para dar con las personas responsables; a la fecha, tras confirmarse la muerte de «El Chueco» y la detención de su lugarteniente durante la semana pasada, están pendientes de capturar al menos a 8 personas más, presuntamente involucradas de manera directa en los hechos.
Asimismo, desde el día del homicidio, la gobernadora María Eugenia Campos Galván inició una serie de mesas de trabajo con representantes de la comunidad serrana, asociaciones civiles, empresarios y religiosos para atender las necesidades de Urique y de la Sierra Tarahumara en temas como la seguridad, desarrollo social, salud, educación, empleo, entre otros.