“Las drogas provocan alteraciones físicas en los ojos que van más allá de los signos visibles habituales, como los ojos enrojecidos o el tamaño anormal de las pupilas, e impactan de manera profunda y duradera la salud ocular”, señaló Gerardo Gleason, experto en tecnología para cirugías oftalmológicas.
En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, que se conmemora cada 26 de junio, el especialista advirtió de que, de acuerdo con el informe 2023 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el uso de metanfetaminas, éxtasis y otros estimulantes en México creció un 218 por ciento entre 2017 y 2022.
Expuso que drogas como la cocaína, por ejemplo, puede provocar desprendimientos de retina; mientras que el LSD y el crack aumentan el riesgo de retinopatía y pérdida de visión.
En tanto, la marihuana causa ojo seco y fotofobia y los opioides pueden provocar disminución del tamaño de la pupila, ojo seco, lagrimeo y riesgo de infecciones oculares graves.
Además, citó que, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Indiana, Estados Unidos, el uso de cocaína y anfetaminas está asociado “con un mayor riesgo de desarrollar glaucoma de ángulo abierto”, una enfermedad ocular seria que puede llevar a la pérdida de la visión si no se trata adecuadamente.
Mientras que un análisis liderado por la Universidad de Oklahoma reveló que el uso temprano de sustancias psicoactivas, antes de los 21 años, puede aumentar las probabilidades de discapacidad visual o pérdida total de la visión.
“Estos hallazgos destacan la importancia de crear conciencia sobre los riesgos oculares asociados al consumo de drogas. Asimismo, es crucial que los profesionales de la salud oftalmológica estén atentos a estas problemáticas y actualicen constantemente sus destrezas”, dijo Gleason.
El especialista señaló que el uso de equipos de última generación es esencial para llegar a un diagnóstico temprano y que los pacientes tengan un tratamiento oportuno de los pacientes, con lo que además se puede asegurar una atención más precisa y efectiva.
“No hay que perder de vista que la prevención del consumo de drogas, y un enfoque integral en la atención de esta problemática, son fundamentales para mitigar los efectos dañinos de estas sustancias en la salud general y visual”, apuntó.