El presidente de China, Xi Jinping, y el de Rusia, Vladimir Putin, se comprometieron este jueves a fortalecer su asociación estratégica, principalmente en materia de defensa, militar, económica y energética, y a trabajar contra la presión “destructiva y hostil” de Estados Unidos por y una solución pacífica en la guerra de Ucrania, en momentos que ambas potencias internacionales cumplirán 75 años de relaciones bilaterales.
Putin arribó con su comitiva a la capital, tras haber ganado las elecciones rusas, fue recibido con alfombra roja frente al Gran Salón del Pueblo, donde una banda de música tocó los himnos de ambos países y hubo disparos de salvas.
En una declaración conjunta, los dos líderes, reunidos en esta capital, proclamaron que los vínculos entre China y Rusia han resistido “la prueba de los rápidos cambios en el mundo, demostrando fuerza y estabilidad, y están experimentando el mejor período de su historia”, por lo que se llamaron “socios prioritarios” a nivel internacional, principalmente para su defensa.
Así, mostraron en el documento sus preocupaciones sobre los esfuerzos de Estados Unidos en materia militar, como el violar el equilibrio nuclear estratégico, su defensa global antimisiles desplegado en la región de Asia-Pacífico y Europa, que amenaza a Rusia y China, los planes para armas no nucleares de alta precisión y así como la alianza militar con Gran Bretaña y Australia.
Pekín y Moscú “tienen la intención de aumentar la interacción y reforzar la coordinación para contrarrestar el curso destructivo y hostil de Washington hacia la llamada ‘doble contención’ de nuestros países”, según el documento.
Bajo este escenario, profundizaron en la “interacción en el ámbito militar, así como amplio alcance de los ejercicios conjuntos y el entrenamiento de combate”, resalta la declaratoria, con lo que se reforzará la seguridad regional y mundial. El pacto alcanza el espacio porque se “oponen a los intentos de varios países de usar el espacio ultraterrestre para una confrontación armada”, y los campos de la ciberseguridad.
En una conferencia de prensa después de la reunión, que se contextualizó con las celebraciones por los 75 años de que la Unión Soviética reconoció a la República Popular China (1949), Putin elogió las conversaciones “cálidas” de su par. “Juntos estamos defendiendo los principios de justicia y un orden mundial democrático que refleje las realidades multipolares y se base en el derecho internacional”, declaró.
Xi le respondió a su “viejo amigo” que la estrecha relación entre ambos países era “para siempre” y se había “convertido en un modelo para un nuevo tipo de relaciones internacionales”. “China está dispuesta a lograr conjuntamente el desarrollo y el rejuvenecimiento de nuestros respectivos países, y trabajar juntos para defender la equidad y la justicia en el mundo”.
Xi destacó que ambas partes acordaron que una solución política a la crisis de Ucrania era la «dirección correcta». Putin indicó que estaba “agradecido” a China por sus esfuerzos para intentar resolver “la crisis de Ucrania”.
El mandatario ruso elogió la “cooperación práctica” de los países en reuniones con Xi, destacó su comercio bilateral récord el año pasado, al tiempo que enfatizó la importancia de impulsar los sectores energético, industrial, y cooperación agrícola, según el medio estatal ruso Tass.
La visita se produce después de que Xi tuvo la semana pasada una intensa gira por Europa para estrechar alianzas con sus pares de Francia, Emmanuel Macron, Hingría, Viktor Orban, y Serbia, Aleksandar Vucic. El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, le instó el mes pasado a las autoridades chinas a abandonar su apoyo a la guerra de Rusia en Ucrania.
Hoy, en el último día de la visita, se tiene previsto que los líderes se dirigirán a la norteña ciudad de Harbin, conocida alguna vez como la “pequeña Moscú”, debido a su históricamente gran población rusa y su arquitectura de estilo ortodoxo.