Dicha reforma, que fue enviada al Ejecutivo para su publicación, fue avalada en lo particular esta madrugada de viernes con 69 votos a favor, 41 en contra y dos abstenciones.
Luego de cuatro horas de discusión de las reservas a la minuta, todas fueron rechazadas por la mayoría de Morena y partidos aliados.
La finalidad de esta reforma es otorgar una tasa de reemplazo del 100 por ciento a los mexicanos que entraron a la formalidad a partir de 1997 al momento de jubilarse con tope de 17 mil pesos mensuales, una propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Este nuevo fondo de pensiones se allegará, de inicio, de los recursos de cuentas inactivas en las Administradoras de fondo para el retiro (afores) de mexicanos trabajadores con 70 años en el sector privado y de 75 años en el sector público.
La reforma precisa que no se dispondrá de los recursos de personas que hayan cumplido el requisito de edad, mientras se encuentren de manera activa en la formalidad.
También prevé la imprescriptibilidad de los ahorros de los trabajadores mexicanos para que, en su caso, puedan requerir de vuelta sus ahorros para el retiro en caso de haberse transferido de forma automática al nuevo fondo de pensiones.
La propuesta del presidente López Obrador implica más fuentes de financiamiento para el mismo Fondo de Pensiones para el Bienestar como adeudos de diversas entidades por más de 88.500 millones de pesos.
La reforma también estima que el nuevo Fondo de Pensiones para el Bienestar contará con un ‘Comité Técnico’ que deberá emitir las reglas de operación sobre la recepción, administración, inversión, entregas y rendimientos de recursos en su bolsa.