La gobernadora del Estado, Maru Campos Galván anunció la llegada de un acelerador lineal para el tratamiento de todo tipo de cáncer a la ciudad.
“Va a llegar un acelerador lineal para, tratamientos contra el cáncer que tiene menos efecto que las quimioterapias. Es de forma gratuita en el Centro Regional, igual con MediChihuahua en el Hospital Infantil, Hospital de la Mujer y el Hospital General”, comentó.
El equipo que llegará a esta frontera forma parte de un conjunto de donaciones de varias instituciones internacionales.
“Son donaciones de organismos internacionales, el Instituto de Física Nuclear en Viena, tenemos un reconocido chihuahuense trabajando allá y es quien nos ha ayudado con estas gestiones”, explicó la mandataria.
Un acelerador médico lineal (LINAC, por sus siglas en inglés) personaliza los rayos X de alta energía, o electrones, para que se ajusten a la forma de un tumor y destruyan las células cancerosas sin afectar el tejido normal circundante. Cuenta con varios sistemas de seguridad incorporados para asegurar que emitirá la dosis de la forma indicada, y un físico médico lo revisa periódicamente para asegurarse de que funcione correctamente.
Actualmente, se cuenta con un acelerador lineal en el Centro Estatal de Cancerología en Chihuahua y otro en Ciudad Juárez y el costo aproximado para su instalación es cercano a los 30 millones de pesos debido a que las áreas deben estar aisladas.
La programación de las radioterapias en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por ejemplo, tiene una lista de espera de 11 meses, reconoce el propio Instituto.
La situación es revelada por el Seguro Social en el diagnóstico “Programa Nacional de Adquisición de Aceleradores Lineales, 2024”, en el que advierte la obsolescencia de sus equipos, principalmente en la zona centro, occidente y norte del país.
El estudio, incluido en enero en las carteras de inversión de Hacienda, alerta que la situación se refleja en el déficit de atención de los servicios.
LINAC
Personaliza los rayos X de alta energía, o electrones, para que se ajusten a la forma de un tumor y destruyan las células cancerosas sin afectar el tejido normal circundante. Cuenta con varios sistemas de seguridad incorporados que permiten la dosis de la forma indicada, y un físico médico lo revisa periódicamente para asegurarse de que funcione correctamente