Ante la tendencia de las petroleras por buscar cumplir con compromisos medioambientales para disminuir las emisiones de carbono y llegar al Net Zero en algunas décadas, Petróleos Mexicanos (Pemex) también debe diseñar una estrategia con rumbo a la descarbonización del sector transporte con una visión integral que incluya todas las rutas tecnológicas disponibles, incluyendo los biocombustibles, opinó Galo Galeana, director general de la asociación Biomovilidad.org, durante su participación en el Encuentro Técnico y de Negocios de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicios (AMPES).
“Pemex debe ir diseñando una estrategia camino a la descarbonización, al igual que lo están haciendo las principales petroleras de todo el mundo”, apuntó Galeana, al señalar que el uso de biocombustibles es una opción viable para México ya que, además de los beneficios para el medio ambiente, la producción de biocombustibles como el bioetanol puede generar el nacimiento de una nueva agroindustria en México que use los excedentes de la caña de azúcar para su producción, con beneficios significativos para el campo mexicano.
Si bien en México el proceso para llegar a una total descarbonización será gradual y más lento que en otras naciones, sí es importante que Pemex, como empresa productiva del Estado, plantee un plan a mediano y largo plazo, que trascienda las administraciones gubernamentales, y que se consolide como un plan realista con objetivos claros que genere certidumbre tanto a las industrias como a los principales clientes de Pemex.
Para la asociación Biomovilidad.org, el Plan de Sostenibilidad que presentó Pemex hace unas semanas es un avance, ya que considera el uso de SAF (Sustainable Aviation Fuel) con biocombustibles como el biodiésel y el ATJ (Alcohol To Jet) cuyo principal precursor es el bioetanol. Sin embargo, habrá que considerar incluir el uso del bioetanol como oxigenante en las gasolinas en mezclas mayores al 10% e incluso como combustible para el transporte en un largo plazo, pues permite tener combustibles con menor contenido fósil y contribuir a la descarbonización del transporte.
Galo Galeana opinó que se deben priorizar proyectos con dimensión ambiental y social, y el uso de bioetanol traería beneficios económicos como contribuir a reducir los costos de las gasolinas ya que históricamente ha sido más barato que la gasolina base y otros oxigenantes que se usan actualmente como el MTBE. “México importó el 79% de todo el MTBE producido en Estados Unidos el año pasado”, señaló.
Además, permitirá cumplir los compromisos ambientales establecidos en el T-MEC, la Agenda 2030 y 2050 del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En 2023, se produjo en el mundo la mayor cantidad de bioetanol en la historia. El bioetanol ha comprobado con creces ser una alternativa viable para lograr una movilidad sostenible, es por ello que debe ser considerado dentro de las estrategias para la descarbonización del sector transporte y específicamente en el Plan Nacional de Movilidad Sustentable, que contemple un enfoque multi tecnológico de automotores híbridos y eléctricos, con el fin de dar mayor impulso al uso de biocombustibles, concluyó.
Biomovilidad.org surgió del interés de un grupo de académicos y especialistas en materia medioambiental por difundir información científica acerca de los beneficios del uso de biocombustibles líquidos para el transporte, como parte de las acciones para mitigar el cambio climático.