Se le pidió a la gente que en caso de encontrarse cerca del radio de de un tornado no-celda, buscaran refugio en habitaciones sin ventanas, cuartos bajo tierra o debajo de un mueble resistente.
Esto debido a que en 2014 se registró la aparición de otro fenómeno como este, el cual dejó afectaciones en el municipio de Almoloya.
Hasta este momento, lunes 25 de marzo, no se han registrado percances por el meteoro; pero aún así se pide estar al pendiente.
¿Qué es un tornado no-celda?
Un tornado no-celda es una clase de fenómeno meteorológico asociado a los fuertes vientos, que tiene un origen diferente a los tornados tradicionales.
Los tornado no-celda suelen formarse debajo de nubes grises y blancas, propias de una tormenta de gran magnitud.
Su formación es variable y depende de una combinación de diversos elementos que no son iguales a los de tornados normales, que son originados por los fuertes vientos.
- Choque de frentes fríos y calientes
- Convergencia de diversas tormentas
- Cambios en la densidad del aire
Otra cosa que caracteriza a los tornado no-celda es que parten de una nube, siendo una especie de “enlace” entre el cielo y la tierra.
Además de que son más delgados y llegan a durar poco tiempo, disipándose a lo mucho en un par de horas.
Los tornados normales, por el contrario, se originan al ras de la superficie y se elevan, sin establecer una conexión directa con las alturas, en la mayoría de las ocasiones.
¿Por qué son peligrosos los tornado no-celda?
Si bien los tornado no-celda no menos “veloces” que los normales, su potencia es similar y en ocasiones mayor a la de sus “hermanos”.
Las rachas de viento de un tornado no-celda pueden llegar hasta los 60 kilómetros por hora, provocando daños cuantiosos a la infraestructura.
Además de que su forma de “embudo” con las nubes crea un efecto aspirador y de succión que los tornados tradicionales pocas veces presentan.
De ahí que Protección Civil del Estado de Hidalgo haya pedido precaución a todos los habitantes por la presencia de un tornado no-celda.